lunes, 28 de marzo de 2022

CASTIGO EJEMPLAR, 1 Crónicas 2:7.

CASTIGO EJEMPLAR, 1 Crónicas 2:7

Hijo de Carmi fue Acán, el que perturbó a Israel, porque prevaricó en el anatema.
1 Crónicas 2:7

El autor del libro de Crónicas anda nombrando los hijos de Judá y de repente se salta unas generaciones en su línea de descendencia, para nombrar a Acán.

Acán fue descendiente de Judá por parte de Zimri, que en otros escritos es conocido con el nombre de Zabdi, hijo de Zera, el gemelo de Fares, que le nació a Judá de Tamar.

Según leemos, Acán prevaricó en el anatema, provocando grandes males a todo Israel.

Esto es lo que aconteció:

Que habiendo cruzado el Jordán, Dios entregó Jericó en manos del pueblo liderado por Josué, para que lo destruyese por completo, no llevándose nada para sí, quedando bajo maldición quien lo hiciera y todo Israel a causa de ello.

"Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová."
Josué 6:17-19

Pero Acán codició unos bienes y se los escondió en su tienda sin que nadie se enterara.

[La cosa está en que uno puede conseguir que ningún hombre lo haya visto cometiendo un delito, pero a Dios, que es Omnisciente y Omnipresente no se le puede esconder nada.]

Tras esta pequeña apreciación recordando que para Dios no hay nada oculto,  Israel acaba siendo derrotado en batalla por manos de los de Hai, un poblado notablemente inferior a Jericó y a ellos mismos, que habían decidido formar sólo a tresmil Israelitas para esta misión.

Y es que la ira de Dios ya se había posado sobre Israel, a causa del anatema, desde el mismo momento en que Acán echara mano a la primera pieza, fruto de su avaricia, y de afrenta contra el pueblo de Dios.

Cuando Josué, entre la estupefacción y el duelo, acude a Dios en busca de un por qué a lo acontecido, el Creador le dió la contundente respuesta:

"Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros."
Josué 7:10-13

Descubierto Acán, no le quedó más remedio que confesarlo. Y las consecuencias, que ya se habían sufrido de antemano durante la derrota contra los de Hai, recaerían ahora sobre Acán, su familia, sus animales y enseres, que acabarían destruídos por lapidación y quemados después de esto, en el valle que recibió el nombre de Acor, que traducido significa turbación, aflicción o molestia, por este acontecimiento.

He aquí un castigo ejemplar que el cronista plasmó, para tenerlo presente en la memoria.

Desde que saliera Noé del arca al bajar las aguas del diluvio, Dios ha ido dando una serie de instrucciones al hombre sobre cómo encaminarse en santidad y justicia. Pero la imposibilidad humana de mantenerse recto en las directrices Divinas, a causa del pecado que mora en el hombre desde la caída de Adán, ha provocado una cada vez más desviada humanidad sobre la tierra.

Pero Dios, que es amor y misericordia, nos ha provisto del Medio de reconciliación entre Él y nosotros, los hombres, para que por medio de Él, seamos libres del pecado y obtengamos vida eterna.

El Medio es el Señor Jesucristo, el Hijo, que siendo Dios se hizo hombre para entregarse en pago por nuestros pecados. Muriendo, resucitando al tercer día y ascendiendo después a la diestra del Padre, daba pie al nacimiento de Su iglesia, la portadora de Su luz sobre la tierra, para testimonio a los hombres.

En la iglesia que se congregaba en Corinto en tiempos del apostol Pablo, se encontraba en una situación muy parecida a la del Israel turbado a causa de Acán y su prevaricación en el anatema.

Y es que, habiendo sido hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús, muchos de ellos continuaban dando rienda suelta a sus deseos de la carne.

Tanto así que entre la congregación se encontraba alguien que estaba intimando con la mujer de su padre, impunemente, sin que nadie hiciera nada al respecto.

Pablo tuvo que ser muy tajante sobre este tema, porque al igual que el anatema que escondió Acán perjudicó a todo Israel, el grave pecado de este miembro de la iglesia estaba corrompiendo a toda la congregación. Sus palabras, entonces, fueron estas:

"Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?"
1 Corintios 5:2

Indicó con esto que el tal individuo fuera sacado de la congregación, denegándole la membresía, dejándolo expuesto al desamparo del mundo, en esperanza de que en algún momento corrigiese su actitud en arrepentimiento o que dejara de pecar tan gravemente contra Dios, contra Su iglesia e incluso contra sí mismo, aún si para ello debía hallar la muerte, por tal de salvar su alma.

Apuntó también, el apostol, a la analogía de la acción de la levadura en la masa de pan, y de cómo no es necesario que se le añada mucha para que toda la masa se fermente.

"No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros."
1 Corintios 5:6-7

De esta misma forma actúa el pecado que se trata de ocultar en medio de la iglesia, haciendo la vista gorda, como si no sucediera nada, mientras el hermano continúa pecando sin ánimo de arrepentirse.

Porque al igual que quien calla otorga, quien esconde un pecado se hace partícipe de él, y mientras se trata de ocultar un pecado a Dios no es posible tener comunión con Él.

Una vez apartado el pecado de la congregación, esta ya podrá restaurar su relación con Dios y podrá continuar edificándose en Cristo y en la unión del Espíritu Santo.

El pecado oculto funciona así, no solamente en lo grupal, sino que afecta primeramente al individuo.

De manera que si tú o yo andamos ocultando pecado (o más bien pretendiéndolo ocultar, ya que Dios lo sabe todo), no queriendo llevarlo a arrepentimiento, nos vamos a encontrar con una comunicación cortada por parte de Dios, pues nuestro Padre celestial no nos va a querer escuchar mientras continuemos pecando.

Hoy es día de presentarnos, cual David recién amonestado por Natán, en busca de la restauración de nuestra relación con Dios en Cristo.

"Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad,Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones,Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado,Y he hecho lo malo delante de tus ojos;Para que seas reconocido justo en tu palabra,Y tenido por puro en tu juicio."
Salmos 51:1-4





























No hay comentarios:

Publicar un comentario

ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17

ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17 Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: N...