CORAZÓN PREPARADO, Esdras 7:10

CORAZÓN PREPARADO, Esdras 7:10

Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
Esdras 7:10

REFLEXIÓN:

Y es que cuando la mano de Dios está sobre alguien, este agraciado no va a ser una persona infructuosa, sino que en los diligentes en la obediencia y en la fe pone Dios Su mano.

A Esdras, pues, le llegó el momento en que partiría a Jerusalén a ministrar al pueblo en sacerdocio, no porque sí, sino porque Dios pone en el servicio a aquel que está dispuesto a servir y se prepara para ello.

No será el caso de Jonás, que en la antagonía de sus vicisitudes, no sólo no se sentía preparado para ejecutar su misión, sino que tampoco tenía el corazón dispuesto para cumplirla. En este caso, Dios lo capacitó a base de disciplina, no chica por cierto, sino que le hizo experimentar por tres días la más agonizante sensación de la muerte en la más absoluta oscuridad en las profundidades del mar, en el asfixiante y denso interior de un gran pez.

No, en este caso, Esdras había preparado su corazón.

Porque años pasaron desde que saltara la noticia en el territorio de que en Jerusalén se estaba edificando el templo, pues estando Esdras al servicio del rey y gozando de su beneplácito, debió estar enterado de todo lo acontecido hasta la fecha.

Preparóse entonces para no ir a la aventura, marcándose tres claros objetivos, los que le permitirán a él y al pueblo retornar al camino recto de la ley, conforme a la voluntad de Dios.

Dispuso pues, su corazón a la docilidad, para ser enseñado, a la obediencia, aplicando la ley a su vida y al servicio, para dar a conocer las Escrituras a jóvenes y mayores.

APLICACIÓN:

Porque el conocimiento de las Escrituras no es posible desde un corazón obtuso o cerrado, de otro modo no habría sido necesario que el Señor exhortara a los doctores de la ley, diciéndoles:

"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida."
Juan 5:39-40

Ya que ellos eran los estudiosos e intérpretes de la ley, mas no la inquirían con un corazón preparado, sino desde la óptica social, cultural y religiosa adquirida a lo largo de los siglos, entre ellos, varias épocas de oscuridad y de ausencia de palabra de Dios en boca de algún profeta.

Por lo tanto, aunque se tenían por  sabios, en su intelecto, no lo eran en lo experimental, por cuanto no inquirían, sino más bien le daban a las Escrituras el sentido afín a su conveniencia.

¿Cuántos estudiosos de las Escrituras ateos o agnósticos existe en el mundo? Los hay, puesto que no se adentran en la Palabra con el corazón preparado para recibir de ella el conocimiento que les lleva a la vida, en Cristo, sino que la tratan desde la incredulidad, estos pueden conocerse la Biblia mejor que un cristiano medio de a pie, mas sin embargo, no llegar nunca a entenderla, incluso endureciendo aún más sus corazones.

Y tan importante es que los creyentes preparemos nuestro corazón para inquirir las Escrituras, que Pablo va a dedicar continuas oraciones sobre esta causa para con la iglesia, y así lo expresa a los de Colosas:

"Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;"
Colosenses 1:9-11

Porque la disposición del corazón es la puerta abierta a la llenura del conocimiento espiritual, que invita a la obediencia para la madurez y la productividad en Cristo.

ACCIÓN:

He leído, reflexionado y no puedo evitar lanzarme estas preguntas: ¿Con qué corazón me acerco a la Palabra de Dios? ¿Estoy dejando que Dios me enseñe a través de Su Palabra? ¿Tengo un corazón dispuesto a asumir que voy a hallar confrontación en las Escrituras y que debo corregirme, aplicándola a mi vida?

Asimismo me voy a apropiar del consejo dado por Pablo a Timoteo:

"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad."
2 Timoteo 2:15

Señor, Dios Todopoderoso y Padre Amado, gracias por Tu perfecta palabra que me enseña y me lleva a la confrontación por tal de que me vaya pareciendo cada vez más a Cristo. Te pido perdón por las tantas veces que me he prestado a leer Tu palabra de vida desde lo superficial de las letras y con el simple objetivo de cumplir un pláning de lectura, sin haber aprovechado las tantas oportunidades que me das de poder profundizar en ella y extraer de ahí la mayor enseñanza posible para mi santificación diaria. Amado Padre, súpleme de la sabiduría necesaria para comprender la magnitud de la importancia del presentarse ante Tu palabra con el corazón y la mira puestos en Ti, para que me sea aumentado el conocimiento y pueda vivirlo en consecuencia para Tu gloria y honra. En el nombre de Jesús. Amén.