BENDICIÓN O ADVERTENCIA, Deuteronomio 33:22
A Dan dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán.
Deuteronomio 33:22
REFLEXIÓN:
Escueta alusión a Dan es la que sale de la boca de Moisés en el momento de su despedida.
Como una imitación al León de la tribu de Judá, aparece este cachorro. No presentando de frente y a la vista de todos sus intenciones, sino como dice Moisés "saltando desde Basán".
Esto significa que se precipita por sorpresa sobre su presa, desde un escenario aparentemente seguro y tranquilo, llamado Basán.
El nombre de Dan significa "juzgar", y sobre este dato habló Jacob a su hijo, en su lecho de muerte:
"Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo, y hace caer hacia atrás al jinete. Tu salvación esperé, oh Jehová."
Génesis 49:16-18
Llama poderosamente la atención cómo Jacob y Moisés usan figuras de animales diferentes para atribuírselas a Dan.
Si vimos que Moisés se despedía de la tribu de Dan aludiendo al cachorro de león, ahora vemos que Jacob a su hijo Dan lo llamó serpiente, víbora y se explayó en desarrollar el sentido de su carácter y de sus obras futuras.
Otro punto que resalta en la bendición de Moisés a Dan es el clamor de salvación a Dios. Parece decir que vaya a tener que esperar y sufrir mucho por su redención.
La bendición se torna advertencia cuando, durante la lectura Bíblica veterotestamentaria, vamos encontrando alusiones directas a la tribu de Dan, a su carácter y al papel que va a desempeñar en los tiempos finales, no precisamente acorde a la voluntad de Dios:
"No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas."
"Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación. Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los moradores de ella. Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová."
"Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos."
"Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová."
(Salmos 22:11-14, Jeremías 8:15-17, Amós 4:1 y 6.)
Entre las características maliciosas que podemos ver que se le atribuyen en estas palabras, enumeramos cuatro: acosador, feroz, cruel e impasible.
¿Cómo llega una tribu de Israel al punto de recibir una bendición que parece más bien una advertencia y un aviso a los demás para prevenirlos de ésta?
Pertenecer al pueblo de Dios debería ser suficiente aliciente como para tenerlo a Él por estandarte.
El caso es que a Dan le faltó tiempo para hacerse otros dioses, introduciendo la idolatría en Israel, hecho en el que Efraín también se veía involucado.
APLICACIÓN:
No es una novedad afirmar que entre un grupo de amigos siempre hay un traidor que, cuando éste se manifiesta suele provocar sorpresa, pues nadie se lo esperaba por su apariencia externa.
Existe el caso de la traición más vil y despreciable acontecida sobre la faz de la tierra en toda la historia del ser humano.
A todos nos puede pasar por la cabeza el nombre de Judas, cuando aludimos a un traidor. Y a Judas el Iscariote es a quien le debiéramos pagar el "copyright", cada vez que lo mencionamos, para proferir la afrenta por excelencia a todo aquél que traiciona: "Eres un 'Judas' " De seguro que algo más que treinta monedas de plata se iba a llevar.
El Señor Jesús lo nombra en su oración intercesora, usando para él el apodo de "hijo de perdición":
"Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese."
Juan 17:12
Y sobre otros tantos asaltadores escondidos entre la verdad, esperando devorar a sus presas, nos advierte Juan en su primera epístola:
"Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas."
1 Juan 2:18-20
ACCIÓN:
Estamos advertidos, y hoy es el día que voy a dejar de guiarme por mi vista y por mis sensaciones o según las apariencias, para prevenirme a través de la Palabra y en oración, para no dejarme caer a causa del que anda escondido poniendo tropiezos.
Dejo dos versículos que me ayudarán en esta tarea:
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo."
"El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor."
1 Juan 4:1 y 8.
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