domingo, 10 de octubre de 2021

ACCESIBLE Y CERCANO, Deut. 30:11-14


ACCESIBLE Y CERCANO, Deuteronomio 30: 11-14. 

Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Deuteronomio 30:11-14 

REFLEXIÓN: 

Estas palabras suponen una declaración de cercanía y accesibilidad del Creador hacia Su creación más representativa, por cuanto a Su imagen y semejanza fue creado, el hombre. 

Mediante Su palabra ha mostrado Su santidad y el modo en que el hombre pueda llegar a aproximarse a ella por medio de unas concretas instrucciones, expresamente diseñadasa a su medida, conforme a su capacidad natural. 

Y como la obediencia del hombre es difusa, por cuanto es incapaz de no pecar en alguna que otra cuestión, aún sin darse cuenta, Dios valora la intencionalidad sincera, verbal, práctica y testimonial, en la vida de quien busca agradarle. 

Y por si aún de entre ellos hubiera alguien que pudiera decir: "A mí no me informaron de estos mandamientos", a todos en la congregación le es dado el mensaje, no sólo oral, sino también de forma escrita para las futuras generaciones que han de venir tras ellos. 

APLICACIÓN: 

Y tras ellos nació el Mesías, quien supone la finalidad de esta ley que Dios les ha mandado por medio de Moisés y a la cual se sujetaron los que quisieron y se mantuvieron por fe en la promesa, dada de inicio a Abraham y sumando peso en su paso por Judá, David y los profetas. 

Nació el Cristo, Dios hecho hombre, en la persona de Jesús. Quien, naciendo, creciendo y sufriendo como tal, no pecó en ninguna de las maneras. Y en su impecabilidad subió a la cruz a donde le mandaron los principales de Israel, por no querer reconocer a Dios ni aún teniéndolo delante de sus narices. 

En la cruz del calvario se selló la ley y se dió triunfo a la libertad y a la vida, por sobre la esclavitud del pecado y la muerte que hasta el momento habían tenido el  dominio sobre el hombre. 

Y con el triunfo trascendió la ley, de los papiros a los corazones y de lo natural a lo espiritual, de modo que pasa de ser una práctica ceremonial, en vistas a lo que había de llegar, a una vivencia tras el cumplimiento de la misma en Cristo, el autor y consumador de la fe. 

Y es por medio de la fe, que por gracia de Dios llegamos a la salvación del alma, en liberación de la esclavitud del pecado por la vida de Cristo derramada en nuestro lugar, en pago de toda su consecuencia y como justificación delante del Padre. 

Y para explicarlo mejor entre los creyentes sitos en Roma, Pablo se hace uso de lo citado en Deuteronomio 30, para aplicarlo a la salvación por gracia en contraste con el uso de la ley Mosaica: 

"Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
Romanos 10:5-10 

La maravillosa acción de la confesión de fe que nos es dada por medio de la Palabra de Dios, por el evangelio de la reconciliación en Cristo, hace convertir las almas de muerte a vida, de perdición a salvación... Y este es el mensaje que todo redimido tiene a proclamar, la Palabra de Vida que es Cristo, en la boca y en el corazón, expresión verbal y testimonial que anuncia la luz del Redentor a los perdidos en las tinieblas. 

ACCIÓN: 

La Palabra me confronta llevándome a preguntarme si es que acaso estoy esperando que me llegue algún otro tipo de instrucción, por medio de algo o alguien inconcreto, para yo animarme a obedecer a mi mandato, que es confesar a Cristo al mundo. 

Pues ya me dice claramente el Señor en Su palabra: "Muy cerca de tí está esta Palabra para que la cumplas, en tu boca y en tu corazón." 

Hoy es día de introspección, ¿Qué palabra confiesa mi actitud frente a la vida? ¿Puede el mundo ver a Cristo conforme es mi testimonio? 

Mi reflexión de hoy culmina con las siguientes palabras de nuestro Señor Jesucristo. 

"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:13-16













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