miércoles, 8 de septiembre de 2021

CUESTIÓN DE APARIENCIA, Deut. 22:5

CUESTIÓN DE APARIENCIA, Deuteronomio 22:5

No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Deuteronomio 22:5

REFLEXIÓN:

Un controversial mandamiento que trae a muchos de cabeza, en la iglesia actual.

Pues resulta que el mandamiento en sí está dirigido al pueblo en vista de que los habitantes de las ciudades que van a tomar, siendo paganos, adoran a dioses ajenos, y son asiduos a las apariencias ambiguas que usan en honor al ídolo en cuestión, y les animan a cometer actos inmorales contra sus propios cuerpos y contra la naturaleza que les rige.

APLICACIÓN:

Hoy día la iglesia no se ve afectada bajo un mandamiento que requiera un uniforme o un tipo de vestimenta exclusivo, con el que se nos pueda identificar como el cuerpo de Cristo, ya que lo que atestigua que somos hijos de Dios, no es el ropaje, sino el amor de Cristo, Su carácter y la práctica de la fe en la vida diaria.

Aún así nos regimos por unos parámetros Bíblicos, no impuestos, aunque sí recomendables, que no influyen en nuestra santidad interior. Sino más bien, tienen por propósito no ser motivo de tropiezo, en la sociedad o de irreverencia, dentro de una cultura, que pueda malinterpretar según qué forma de vestir entre cristianos.

Por ejemplo, Pablo a los Corintios les dió unas instrucciones, a varones y mujeres, con respecto al velo y a cómo era correcto que lucieran su cabello.
Esto dícese deberse a que en la sociedad de Corinto una mujer que no llevaba velo era considerada así como una meretriz, y por contra, si el hombre usaba velo se entendía que no era varón. Así mismo sucedía con el asunto de raparse el cabello, que una mujer cristiana con el cabello rapado en medio de la sociedad Corintia no daría buen ejemplo de testimonio de Cristo, puesto que las que en su cultura se rapaban el cabello, lo hacían en expresión de un uso de su cuerpo que no correspondía con su orden natural, según creado por Dios, o eran sacerdotisas de sus dioses. 

"Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra."
1 Corintios 11:4-6

Sin embargo, hoy día este pasaje se ha malinterpretado, en varias congregaciones, entendiendo que la mujer ha de llevar velo o, en su defecto, no cortarse el cabello, sino dejarlo crecer tan largo como sea posible. Y en casos más extremos, no pueden cortarse ni las puntas y aún le añaden el velo encima.

Y en cuanto al mandamiento expuesto en Deuteronomio 22:5, aún hay quienes prohíben a la mujer vestir pantalón, aunque el texto no nombre para nada esta prenda, ya que ni siquiera existía ni se usaba en el marco histórico, social y cultural en el tiempo en que fueron dados los mandamientos por medio de Moisés.

El propósito del mandamiento en sí, venía a ser más bien el siguiente, "no seas ambiguo, aparentando lo que no eres", que es lo que los paganos andaban haciendo por esas tierras.

ACCIÓN:

Dios nos ha creado con unas características muy concretas: Una cierta complexión, un timbre de voz o una forma de movernos, que nos define según la naturaleza y la identidad que Él nos ha dado desde antes de la fundación del mundo.

Por lo que el hecho de desarmonizar los parámetros con los que hemos sido creados, para adaptarlos a otras cosas que no corresponden, incurre en clara rebeldía contra la voluntad creativa de Dios, algo totalmente inaceptable para cualquier ser humano, aún peor si se identifica socialmente como cristiano.

Entonces me pregunto en cuanto a mi identidad: ¿qué soy yo? Soy una hija de Dios. Así que busco entre las cartas doctrinales, si es que exista un modelo de hija de Dios al cual me pueda apoyar:

"Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad."
1 Timoteo 2:9-10

(Hermanos varones que leen ésto: Sepan que ustedes no estan exentos de vestir decorosamente, de forma pudorosa y modesta. Igualmente sucede con los peinados o los accesorios de oro y similar... Vístanse, mejor, de buenas obras.)

Hoy terminaré mi reflexión con otra pregunta: ¿Qué es lo que pretendo sugerir con mi apariencia? 


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