PRECISO Y OPORTUNO, Nehemías 2:4-8
Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.
Nehemías 2:4-8
REFLEXIÓN:
La oración inicial de Nehemías, aquella que hizo en la contrición de su corazón y en su disposición para ser usado por Dios,
lo sitúa ahora en un momento muy oportuno donde es el mismo rey Artajerjes el que le da la ocasión de poder expresarse.
Porque Dios ha propiciado un ambiente apacible en el que el rey se encuentra receptivo, a punto de recibir una copa de vino estando acompañado de su reina.
El escenario es muy favorable, el tono del rey también incita a una respuesta instintiva y en confianza, mas Nehemías no se deja llevar, sino que antes ocupa su mente en oración, guardándose de estropear esta grandísima oportunidad de dar a conocer a Artajerjes la causa de su aflicción y sus intenciones.
Pues tras orar a Dios, su boca emite la petición de forma sabia y ordenada, apelando al corazón de aquel que está sentado en el trono y que puede empatizar con la idea de ver sus tierras puestas en ruinas y sus muros caídos.
Porque a Artajerjes no le place que Nehemías desaparezca de su corte, se asegurará de que vuelva cuando acabe su misión. Esto denota una sincera estima hacia su copero, quien por su buen hacer se ha ganado la confianza del rey.
La oración de Nehemías no da solamente, como resultado, el haber podido conectar con la sensibilidad del monarca, sino que aún Dios le aporta la sagacidad suficiente como para aprovechar la coyuntura añadiendo en petición que se emitan acreditaciones para su provisión y salvaguarda.
Como no podía ser menos, ya que todo lo que proviene de Dios prospera, a Nehemías le es concedida toda su solicitud.
APLICACIÓN:
Y no es que la acción de orar denote inseguridad o falta de sabiduría, sino lo contrario.
Pues hasta el mismo Señor Jesucristo, siendo Dios, mientras se encontraba en su calidad humana se retiraba constantemente a orar al Padre.
Se leen varios pasajes relacionados con esta acción de Jesús, que tenía lugar justo antes de tomar decisiones importantes o de verse en escenarios de gran relevancia ministerial.
Por ejemplo podemos verlo en su retiro en oración en horas previas a la elección de 12 de sus discípulos, de los cuales uno de ellos lo traicionaría y los demás acabarían siendo los apóstoles de la iglesia de Cristo.
"En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor."
Lucas 6:12-16
Jesús oraba, no porque Él tuviera imposibilidad alguna de tomar decisiones, ya que estamos hablando de Dios hecho hombre, sino porque precisamente habiendo adoptado la naturaleza humana, tomó la función de siervo para con el Padre, siendo Él el Hijo Unigénito que iba a ser entregado en pago por los pecados.
También el Señor nos dejó la mejor enseñanza que podemos recibir los hombres, que es la que se muestra con el ejemplo, siendo el Maestro el primero en ponerla en práctica.
Y en esta práctica nos muestra la importancia de no hablar por cuenta propia y sin dirección. Sino que así que como Nehemías oró antes de hablar, el Señor así hacía, tanto que podía declarar no hablar por sí mismo, sino por el Padre que le envió. Palabra de autoridad y vida, de misericordia, sabiduría y juicio, provinientes del Todopoderoso, las únicas eficaces, prósperas y que jamás se desvanecen.
"El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió."
Juan 14:24
ACCIÓN:
Leyendo y reflexionando el pasaje, y habiéndome usado de recordar que hasta el mismo Señor hizo lo propio para actuar de forma precisa y oportuna ante las situaciones de relevancia, en sometimiento a la voluntad de Dios, hallo gran confrontación. Pues incontables son las ocasiones en que me aventuro a proceder según me parece sin detenerme ni aún sean unos segundos en pos de la sabiduría y del beneplácito de Dios.
Veo en mí que me es necesario practicar una constancia en la oración para saber usar las palabras precisas en el momento oportuno, cuando se presentan las ocasiones ideales en las que dar a conocer el evangelio de la reconciliación.
También me confronta el evaluar cuántas veces, hablando por mi propia cuenta y sin dirección, acabo perdiendo el tiempo en vanalidades o echando a perder la oportunidad que Dios me había puesto en bandeja.
Cerraré mi pensamiento con estos proverbios que tengo en mente:
"El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido."
Proverbios 17:27-28
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