LA CASA DE LOS VALIENTES, Nehemías 3:16
Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.
Nehemías 3:16
REFLEXIÓN:
Otro Nehemías se unía a la causa, en este caso, se ponía manos a la obra en la restauración del muro que va desde la puerta de la Fuente hasta la casa de los Valientes. Era hijo del gobernador de una región cuyo nombre, en su traducción, significa "casa de roca" o "casa de la roca".
Los sepulcros de David, se entienden como el lugar de entierro de los reyes de Judá, el cementerio donde se ubicaban los sepulcros del rey David y de su descendencia.
Con respecto al estanque labrado, es un estanque resultante de las obras de canalización ordenadas por el rey Ezequías a causa de los asedios Asirios.
Luego, en 2 Samuel 23:8-39, se nombra a los hombres valientes del ejército del rey David. Con este dato y por su ubicación en la ciudad de David , la denominada casa de los Valientes podría ser la zona donde vivían estos hombres del rey.
APLICACIÓN:
El mundo estaba en tinieblas desde que pecó Adán, pero Dios envió a Su Hijo en rescate por todo aquél que en Él cree.
Y así llegó la Luz al mundo, se hizo hombre y habitó entre nosotros. Creció como hombre pero sin pecado, y entregó Su vida como pago por nuestros pecados y, resucitando al tercer día, nos liberó de la acción de la muerte abriéndonos el acceso a la vida eterna.
Desde entonces, todo creyente es sacado del pozo cenagoso del pecado para ser afirmado sobre la Roca, asegurado en Cristo, donde, pase lo que pase, nada ni nadie puede hacerlo caer de su Fundamento.
Y no es que el cristiano de repente se convierta en un valiente o que ya lo fuera antes, sino que esta valentía reside en el Espíritu Santo y se evidencia en comunión con Dios y en sometimiento a Su voluntad.
Y así se lo recordaba Pablo al joven pastor Timoteo, que necesitaba de ese empuje y aliento para afrontar la gran labor ministerial que tenía por delante:
"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio."
2 Timoteo 1:7
¿Y cómo someterse a la voluntad de Dios si se desconoce? Por lo tanto es necesario primeramente llegar a conocimiento de ella a través de Su palabra y retenerla, así como ese estanque labrado que suministraba vida en la ciudad de David donde la casa de los Valientes.
Por lo que Pablo insta al uso de la coherencia en la adoración a Dios, conforme a Su voluntad y en consonancia con Sus atributos y Su majestuosidad por sobre todas las cosas.
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Romanos 12:1-2
Así que, conforme vamos adquiriendo el conocimiento a través de las Escrituras y por medio del Espíritu Santo, estas forman esa reserva de vida en Cristo, inundando con Su amor todo espacio que antes ocupaba la cobardía.
Y no es que antes, los creyentes, no dispusiéramos de este amor, sino que conforme crecemos en el conocimiento de la magnitud del cual disponemos se va viendo fortalecida la fe en Cristo y por ende, la seguridad de que nada ni nadie nos lo puede arrebatar.
Es en esta seguridad donde nace la valentía, que no es humana sino en Cristo, y que lleva a Pablo a sentenciar contra algún indicio de temor al adversario:
"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
Romanos 8:38-39
ACCIÓN:
Pues si por la cercanía a Cristo y por el entendimiento de la voluntad de Dios para conmigo, va a fortalecerse mi alma y mi ser va a experimentar aún más todo Su amor que me ha sido dado y que aún desconozco...
Si cuanto mayor sea mi conocimiento con respecto a la amor de Cristo, menores van a ser mis temores ante las adversidades que intentan robarme el gozo y la paz, y que, reconozco, a veces lo consiguen...
¿Dónde está el tiempo de la renovación de mi entendimiento, como dijo Pablo, en culto racional, que le sea agradable al Padre y a mí me fortalezca en Cristo?
Va siendo hora de echar mano de la Palabra de Dios, leerla, llegar a su entendimiento, por medio del Espíritu Santo que mora en mí, y retenerla. Asegurándome, como ancla firme en el alma, la victoria a cada paso en Cristo Jesús.
Quiero ultimar mi reflexión con estas palabras de Juan:
"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."
1 Juan 4:18
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