LA PUERTA ORIENTAL, Nehemías 3:29

LA PUERTA ORIENTAL, Nehemías 3:29

Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.
Nehemías 3:29

REFLEXIÓN:

Existen unos cuantos personajes Bíblicos llamados con el nombre de Sadoc.

Este Sadoc mencionado, que en Hebreo, significa "justo", se dispuso a restaurar lo cercano a su casa, donde seguidamente le recogería el testigo Semaías, el guarda de la puerta.

El nombre de Semaías también tiene un significado en Hebreo bastante relevante, teniendo en cuenta su relación con la puerta que guarda y la función de la misma. El significado de su nombre es "Yahvé ha escuchado".

Por lo que vemos a un "Justo" y a quien "Yahvé ha escuchado" que además es hijo de Secanías, que significa "Yahvé ha establecido su morada", relacionados con las tareas que atañen a la zona de la puerta Oriental.

Esta puerta es muy importante, pues se trataba, primeramente, de la puerta principal de acceso a la ciudad y, además, es por donde el Señor Jesucristo, el Mesías, en toda Su gloria, hará Su entrada triunfal para establecer Su reino.

"Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur."
Zacarías 14:3-4

Actualmente esta puerta se encuentra bajo tierra, y encima se posa la actual ciudad de Jerusalén, con su contemporánea puerta sobre la ubicación de la original.

También se sigue llamando la puerta Oriental, y además recibe el nombre de la puerta de Oro o Dorada.

Pero esta puerta ya no es funcional, sino que los musulmanes la sellaron cinco siglos atrás, para evitar que alguien pudiera entrar, especialmente el Mesías del cual ya se conocía la profecía, y derribar su mezquita, la que se alzaba sobre el monte Moriah, donde antaño se ubicaba el segundo templo de Jerusalén, el cual fue derruído en el año 70 después de Cristo, en cumplimiento de lo profetizado por el Señor Jesucristo dando alusión a la abominación desoladora mencionada por el profeta Daniel.

Lo cierto es que no hay mucho impedimento con que esta puerta esté sellada y la original se encuentre soterrada. Ya que como dice la profecía, el monte se partirá en dos creando un valle bastante considerable. Se entiende con esto que todo lo habido encima de estas tierras desaparecerá.

Sabemos también que, para cuando esto ocurra, ya se habrá levantado el tercer templo. Por lo que nada podría impedir que esta puerta en ese día se abra de par en par para que entre a reinar el Rey de reyes.

APLICACIÓN:

Dios tiene un plan establecido desde antes de la fundación del mundo en el cual no habrá lugar al pecado y a la muerte.

Pues aunque Adán sucumbió transgrediendo el único mandamiento que le impuso su Creador, conllevando la fatalidad de perder el dominio que Dios le dio sobre la tierra, el cual fue a parar en manos de Satanás, esto no ha supuesto ningún impedimento para que la voluntad de Dios se cumpla según lo establecido.

Y es que la maldad tuvo su origen en el corazón de Lucero, quien siendo expulsado de la presencia de Dios, procuró (y lo consiguió) que el hombre se contagiara de esta maldad. Desde entonces el dolor, la enfermedad y la muerte tomaron parte en el mundo, desprestigiando la perfecta creación de Dios, buena en gran medida según fue hecha en su origen.

Entonces Satanás debió creerse vencedor en aquel momento, nada más lejos de la realidad, puesto que el plan de acción de Dios contra la maldad se inició tan pronto ésta fue hallada en el corazón de este querubín orgulloso.

Porque como dicho con  palabras de don Samuel Pérez Millos: "Antes de que Dios dijera "sea la luz", dijo "sea la cruz"." Asimismo Su Reino antes de la creación, que vendrá a establecer el Señor según en Su voluntad se ha decretado.

Y así es como anima Pablo a Timoteo, en vista de los falsos maestros que se levantaban contra la iglesia de Cristo, para que continuara con su labor de dar testimonio del Señor Jesucristo.

"quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,"
2 Timoteo 1:9-10

Con estas palabras Pablo asegura que lo que Dios decretó, lo cumplió en la eternidad y se dará en el tiempo establecido, conforme al paso del tiempo es sujeta Su creación... Nada ni nadie lo puede impedir.

Dios estableció salvación y reino. Lo primero se dió en Cristo Jesús, Señor y Dios Hijo hecho hombre. Quien habitó entre nosotros y se dio a Sí mismo en la cruz del calvario y resucitó, para destruir toda acción del pecado y de la muerte en todo aquel que en Él cree. Luego ascendió a la diestra del Padre y volverá a reinar, a juzgar a todas las naciones y a dar fin para siempre a Satanás y a la muerte en el lago de fuego.

Así que esto anunciamos: que Jesús, siendo Dios vino como hombre a morir por los pecadores, resucitó al tercer día, ascendió a la diestra del Padre y volverá para juzgar y para reinar sobre la tierra y sobre toda Su creación.

Y esta es la promesa de nuestro Señor Jesucristo:

" En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis."
Juan 14:1-3

ACCIÓN:

Lo recolectado sobre la puerta Oriental y su respectiva reflexión es un soplo de aire fresco en mi vida cristiana, no obstante, sabiéndolo y viviendo en la esperanza de la vida eterna en Cristo Jesús, mi Señor y Salvador, debo reconocer que aún se desvían muchas veces mis ojos hacia lo terrenal y pasajero, pensando egoístamente: "¿Cuánto más habremos de esperar?"

Pero según me surge este pensamiento, salta a mi memoria el siguiente pasaje:

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."
2 Pedro 3:9

Y es cuando, mi estimado hermano, amigo y compañero de devocionales, le hago partícipe de esta pregunta introspectiva: "¿Acaso estoy aprovechando el tiempo según es la voluntad de Dios o es que espero al Señor de brazos cruzados?".