SEXTO MANDAMIENTO, Deuteronomio 5:17.
No matarás.
Deuteronomio 5:17
REFLEXIÓN:
Más explícito no puede ser...
Este mandamiento en concreto les deja claro que matar está mal. De modo que con un conciso "no matarás" lo decreta, sin más.
Todos conocemos que "matar" significa privarle de vida a un ser vivo. En otras traducciones aparece la palabra "asesinar" con la intención de especificar la acción, como dirigida a hombre.
APLICACIÓN:
Tan explícito se veía, y aún tuvo que nombrarlo el Señor Jesús, durante el Sermón del Monte, para darle el correcto sentido porque, al parecer hasta en lo más concreto debían ser explicados la intención y el propósito de estas dos palabras grabadas en piedra.
"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."
Mateo 5:21-24
Existen muchos motivos por los cuales se originan pensamientos homicidas en el corazón del hombre, que si se mantienen, acaban gestándose e incluso expresándose abiertamente el deseo de ver muerto a alguien. ¿ O acaso usted que lee, no deseó nunca la muerte de nadie, ya sea un criminal o alguien del que deseara vengarse, antes de conocer a Cristo?
Es por esta razón que el Señor les ilustra cómo han de zanjar cuanto antes la causa de desaveniencia entre dos o más personas.
Por envidia mató Caín, por codicia y lujuria mandó matar David...
Sobre este mandamiento la iglesia esta bien prevenida, por parte de Pablo, que indica a los de Colosas:
"Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
(...)
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto."
Colosenses 3:8 y 12-14.
ACCIÓN:
Sin duda, excusa o más dilación, hoy me toca hacer ejercicio introspectivo en memoria de aquel conflicto sin resolver con un hermano, aquella persona que me causó antipatía, aquel amigo que me ofendió... De igual manera voy a ejercitar la memoria para recopilar mis acciones en lo acontecido hasta la fecha desde donde la memoria me dé, por si hallara algua causa mía por el que un hermano se pueda haber sentido mal.
En ambos casos debo tratar de subsanar el entuerto practicando el perdón y pidiendo la disculpa, por tal de restablecer el principal mandamiento que me identifica con Cristo, que es el amor, y ofrecer así un buen testimonio de Su carácter en mí.
Amado Padre, Señor y Dios Todopoderoso,
gracias porque a diario hallo confrontación con Tu palabra, aliento e instrucción de vida, que me están llevando a despojarme de mucha carga que ni siquiera observaba lo tanto que me impedían continuar forjándome en el carácter de Cristo. Te pido perdón por los malos pensamientos hacia mis ofensores y te pido que me enseñes a amarlos así como Tú me amas a mi y a ellos, con este amor incondicional de Cristo, quien dió Su vida en la cruz por mí, pero también por ellos. Dame asimismo, sabiduría y valentía, y propicia un acercamiento con aquel que se ha ofendido conmigo, para que me pueda disculpar con él o con ella. Finalmente, Padre Amado, despierta en mi memoria, siempre, este mandamiento, para que pueda asociarlo a cualquier mal pensamiento que me pueda venir, por tal de eliminarlo de mi mente lo antes posible.
En el nombre de Jesús.
- Amén. -
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