Gracias te damos, oh Dios,
gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.
Al tiempo que señalaré yo juzgaré rectamente. Se arruinaban la tierra y sus moradores; Yo sostengo sus columnas. Selah
Salmos 75:1-3
REFLEXIÓN:
Selah... Y por firme mano de Asaf, se plasma en letra la inspiración Divina de gratitud, anuncio y sentencia sobre toda Su creación.
Las lenguas de los hombres tendrán que soltar maravillas ante el acercamiento del nombre majestuoso del Señor en su soberanía, control y sustento de toda Su creación.
Cercano está, el nombre de Dios, al hombre, mas no lo quiere ver...
Un nombre musitado en cada respiración, declarado por toda Su creación, proclamado por voz de hombre, esculpido en cada monte... ¡y el hombre no lo quiere ver!
APLICACIÓN:
El contundente cántico de Asaf en el que se encuentra el selah, es el despliegue de gran gloria de la presencia del Señor sobre la tierra, derramando todo el peso de Su ira sobre el malvado.
Inicia pues, este salmo, con tres versículos introductorios al gran día del Señor, expresando el apabullante poder y soberanía de Dios sobre toda criatura.
Bien podemos impostar el cántico de Asaf en medio de la escena descrita por el profeta Sofonías:
Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.
Sofonías 1:14-16
ACCIÓN:
Tarde o temprano, según nosotros, pero en el tiempo establecido y Perfecto de Dios, se va a dar el día de juicio sobre toda la tierra y nadie lo puede evitar. Ni atenuar el ardor de Su ira sobre la maldad, que va alcanzando su colmo desde que fue hallada en el corazón de Lucero y hasta el último que culmine en desbordamiento de la copa.
Pero no todos vamos a sufrir este acontecimiento, porque Dios ha establecido un día de reposo para todo aquel que se acerca a Él creyendo en el Hijo, el Señor Jesucristo, siendo así sellado por el Santo Espíritu de Dios y guardado de Su ira.
En este reposo se encuentra toda la parte favorable de la gloria de Dios, donde no hay llanto ni dolor.
Cerca está el nombre del Señor sobre la tierra, nadie sabe cuándo va a acontecer que toda ella se estremezca y tiemble en Su venida.
Y yo te pregunto, qué esperas, ¿ira o reposo?
Una última reseña:
Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
2 Corintios 6:2
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