SAL SIN MEDIDA, Esdras 7:19-22
Los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los restituirás delante de Dios en Jerusalén. Y todo lo que se requiere para la casa de tu Dios, que te sea necesario dar, lo darás de la casa de los tesoros del rey. Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente, hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, y cien batos de aceite; y sal sin medida.
Esdras 7:19-22
REFLEXIÓN:
Aunque con Zorobabel ya les fueron devueltos todos los utensilios del templo que quedaron almacenados en Babilonia durante los setenta años del exilio, Artajerjes añade instrumental para que sea entregado expresamente al servicio del templo en Jerusalén.
No pareciéndole suficiente, le ofrece a Esdras que se haga con lo que necesite de más de las arcas del tesoro real, para el servicio en el templo.
Y por si aún fuera poco, emite una orden a todos sus tesoreros para que le provean de todo lo que Esdras vaya necesitando.
Porque Esdras es sacerdote y escriba de la ley del Dios del cielo, dos títulos que el rey resalta a sus tesoreros, en reconocimiento de la soberanía de Dios y del favor de Él sobre su siervo Esdras.
A pesar de que el listado se encuentra limitado a un máximo de pedido, éste es copiosamente extenso, aún más ofreciendo la sal sin medida.
Porque la sal en la actualidad está cada vez menos valorada, tanto así, que las dietas recomendadas como más saludables se caracterizan por ser bajas en sodio.
Pero tiempo atrás la sal era una muy muy preciada moneda de cambio, ya que de ella dependía la conservación de los alimentos.
Así que debemos ver que el detalle de la sal sin medida del rey Artajerjes no se trata de una coletilla para quedar bien, sino de un muy generoso sustento que está ofreciendo a los sacerdotes del templo.
Si ya lo dijo David:
"Joven fui, y he envejecido,Y no he visto justo desamparado,Ni su descendencia que mendigue pan."
Salmos 37:25
Dios es el excelente proveedor de los suyos. Y así Él permitió que los reyes persas tuvieran tantas riquezas, para que por ellas el pueblo fuera sustentado.
Sal sin medida, el oro blanco de la época, pudiera pasar desapercibido tras el sustancioso conteo de bienes que se enlistaban para su disposición, de no tratarse del conservante más valioso en sus tiempos, del cual dependía la abundancia y la preservación en todas las despensas.
APLICACIÓN:
Dios es el gran Proveedor, primeramente, de la vida, por cuanto es el Creador de todas las cosas. Y por consiguiente, de todo lo necesario para la preservación de ella.
Cuando nosotros estábamos muertos en nuestros pecados y delitos, Dios mandó a Su Hijo unigénito, el Señor Jesucristo, a este mundo a morir por nosotros en la cruz, pagando en Sí mismo nuestra condena. Y Dios hecho carne murió, resucitó y ascendió a la diestra del Padre.
Pero antes de eso, durante su ministerio en anuncio de Su reino, Jesús se usó de la sal como metáfora de sus discípulos, una alusión a la vital importancia de su función sobre la tierra.
"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres."
Mateo 5:13
Aún no había nacido la iglesia, por lo que los destinatarios originales fueron los judíos que escuchaban y que reconocían en Él al Mesías.
Más adelante se va a ver que la iglesia cumple esta función de sal de la tierra, conforme es la portadora del evangelio de salvación en Cristo Jesús, para llevar Su vida a muchas almas.
Y como portadores de Su vida en nosotros y del anuncio de la misma al mundo, Dios nos provee de todo lo necesario para nuestra preservación y para la realización de la labor de la iglesia, la difusión del evangelio.
Asimismo el Señor, a sus discípulos, les reconviene para el fortalecimiento de su fe, tocante al tema de la provisión de lo básico para el sustento diario.
"Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas."
Lucas 12:29-31
Porque Dios no va a permitir que uno de sus hijos pase hambre o carezca de lo necesario para el diario vivir, a no ser que haya un propósito concreto, ya sea disciplinar o evangelístico.
Pero también el Padre muchas veces nos provee de mucho más de lo que necesitamos para nuestro mantenimiento básico.
A veces podemos pensar en nuestras divagaciones carnales que Dios quiere que disfrutemos en este mundo viviendo en confort. Lo cierto es que todo lo que Dios da a sus hijos tiene la función de ser usado para Su gloria y honra, por ende, todo lo que podemos ofrecer para la gloria de Dios Él ya nos lo dispuso de antemano.
Es por eso que Santiago va a arremeter muy duramente contra los creyentes adinerados y jactanciosos, de entre los de la dispersión, usándose como ejemplo de la ayuda a los necesitados.
"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo."
"Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?"
Santiago1:27 y 2:15-16
Porque en Cristo hemos recibido sal sin medida, toda la que podemos necesitar y más, para poder dar durante nuestro paso en la tierra, para que otros también puedan beneficiarse de la vida eterna en el Señor Jesucristo.
Y esta es la sal con la que sazonamos la tierra:
Que Dios se hizo hombre y sufrió en lugar nuestro el pago por nuestro pecado. Nos compró por el precio de su sangre derramada en la cruz y en su resurrección al tercer día satisfizo la acción contra la muerte, dándonos paso a la vida eterna.
Ahora a todo aquél que reconoce en Cristo a su Señor y Salvador, acercándose a Él con corazón arrepentido, Dios lo renueva, liberándole de sus pecados, por cuanto Cristo pagó por ellos, llenándole de vida en Cristo, por la acción del Espíritu Santo que viene a hacer morada en él y lo santifica, adoptándolo como hijo y miembro del cuerpo de Cristo, que es su iglesia.
ACCIÓN:
Dios sabe por qué permite que una carta escrita por un rey pagano se incluya en Su Palabra. Y es que por cada párrafo que leo en ella hallo esta confrontación: ¿Cómo va a ofrecer y a temer más a Dios un rey Persa que yo, siendo mi alma redimida en Cristo y mi cuerpo hecho templo del Espíritu Santo?
Es hora de echar mano de esta sal sin medida que Dios me ha dado en Cristo, provisión de vida eterna en Él, y me dedique a usarla como ha de ser, y no para mi propio bien.
El versículo que me servirá en el día de hoy para redondear mis reflexiones es el siguiente:
"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas."
Efesios 2:10
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