LINAJE ACREDITADO, Esdras 2:59-63.
Estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer que no pudieron demostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel: los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos. Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai galaadita, y fue llamado por el nombre de ellas. Estos buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio, y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim.
Esdras 2:59-63
REFLEXIÓN:
En la preparación para el retorno a Jerusalén hubo recuento de los que volvían, cada uno por el nombre de sus casas, conforme a su linaje acreditado entre los hijos de Israel.
Muchos de ellos ya eran nacidos en Babilonia, y de entre los hijos del exilio, seis centenas y media no pudieron demostrar su ascendencia.
Este caso los mantuvo apartados de participar de lo santo, por lo menos, hasta que el sacerdote determinara qué había de ser con ellos tras consultarlo con Dios.
El sacerdote se usaba de un sistema de suertes el cual, según indicara, significaba una respuesta positiva o negativa de Dios a la consulta en cuestión, este sistema era conocido como el "Urim y Tumim", y de ahí se sabría sobre los no registrados de entre las casas.
Judá acababa de salir de setenta años de exilio en Babilonia a causa de la multitud de sus devaneos con las culturas paganas y de la adoración a sus dioses, y lo que menos le apetecía ahora era volver a caer en el mismo mal que causó la destrucción de la ciudad y de la nación entera de Israel, reduciéndola a una simple provincia en ruinas sometida a los Medo-Persas.
APLICACIÓN:
Igual que sin registro de la genealogía no había derecho de participación en la reconstrucción del Templo entre los hijos de Israel, una acreditación especial se hace imprescindible, de entre los congregados como iglesia de Cristo, para participar en Su cuerpo y recibir la herencia eterna.
Esta acreditación es dada a través del Espíritu Santo, Quien, en el momento de haber creído en el Señor Jesucristo genuinamente, hace del hombre Su morada permanente, sellándolo y trasladándolo de la perdición a la santidad del cuerpo de Cristo. Cristo es pues, la identidad y el linaje de cada creyente.
En Pedro podemos leer, con palabras que contrastan y delatan el punto distintivo de los creyentes, la señal identitaria de que somos de Cristo:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia."
1 Pedro 2:9-10
Pues el Espíritu es Quien atestigua que somos de Cristo, por cuanto hemos sido librados de la esclavitud del pecado. De modo que cuando antes nuestro pensamiento era siempre hacer el mal, agradar al Padre es ahora nuestro anhelo. Quien habiendo puesto la identidad de Cristo en nuestra nueva vida, ahora espera que Su carácter sea forjado en nosotros, cosa que se hará, aunque de que esta cuestión se evidencie antes o después depende el nivel de obediencia de cada uno.
Y he aquí el nivel de obediencia, que se haga Su voluntad la cual es que anunciemos las virtudes de Cristo al mundo, por el testimonio en nuestro diario vivir, ya que el carácter de Cristo es totalmente contrario al del gobernador de este mundo, fácil es de distinguir entre el Uno y el otro, igual lo ha de ser entre los suyos.
"Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz"
Efesios 5:5-8
Y nuevamente un claro contraste va a ser presentado por Pablo a los de Galacia, para que anden según Cristo en el Espíritu y no en la carne, según el mundo:
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros."
Gálatas 5:16-26
Queda en cada uno, pues, el hacer uso de la Palabra, aplicando su confrontación para la corrección en ella y su aliento para nuestro fortalecimiento.
Pero al igual que hay quienes no pueden acreditar su identidad cristiana, en contraportada existen quienes se dan la libertad de juzgar por Dios quién es salvo y quién no, llevados por sus percepciones personales.
Y como a los Corintios no les tembló el pulso al cuestionar al mismísimo Pablo y a sus colaboradores, tajante consejo plasmó en su segunda carta:
"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?"
2 Corintios 13:5
ACCIÓN:
Leído y reflexionado, me quiero preguntar si la imagen de Cristo que tiene por foto mi documento de identidad, se correspondería con mi persona,si es que hipotéticamente se levantara un control de acceso al cielo como si de un control de fronteras se tratara.
Y tú que lees ¿tienes tu acreditación a mano?
Por si acaso, aún estás a tiempo de obtener tu nueva identidad en Cristo. Quien pagó por tí, el precio de tus pecados derramando Su vida en la cruz del Calvario y, resucitando al tercer día y ascendido a la diestra del Padre, manda a todos los hombres que se arrepientan y puedan así ser hechos nuevos en Él.
Si ya aceptaste a Cristo, para ti y para mí es este consejo:
"El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo."
1 Juan 2:6
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