VIDA EN LA SERVIDUMBRE, Esdras 9:8-9.
Y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre. Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén.
Esdras 9:8-9
REFLEXIÓN:
En la oración de presentación de los sacrificios en el templo, Esdras pasa de la contrición a la gratitud y la alabanza por la misericordia de Dios hacia el pueblo, rememorando cómo les hizo pasar por esclavitud y miseria para volverles a traer a las riquezas de la vida en servidumbre al Dios Altísimo.
Porque el siervo del Todopoderoso no practica un servilismo, que lo subyugue por presión y en ignorancia de su amo, sino que en la servidumbre les es dada vida, un servicio en conocimiento de su Señor y en adoración a Él, conforme el hombre fue creado.
Y el gozo de esta vida dada al servicio por y para el Señor se ve reflejado en este corto y hermoso Salmo:
"Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones."
Salmos 100:1-5
APLICACIÓN:
Hemos sido creados para adorar a Dios y rendirle la vida en servidumbre, y no porque un Dios tirano nos lo imponga, sino porque Dios mismo se rebajó a Sí mismo para adquirir naturaleza de hombre y para humillarse delante de los hombres como siervo, cumpliendo la voluntad del Padre y ejecutando así la consumación de la acción de la cruz sobre nosotros, los que creemos en Él, comprándonos con Su sangre por tal de salvar nuestras almas por toda la eternidad.
"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió."
"Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos."
Juan 6:38 y Marcos 10:45
Pues siempre mostró Su calidad de siervo durante Su ministerio, por cuanto había venido para cumplir y para someterse a la voluntad de Dios para Su reconciliación con el hombre.
Así pues, por cuanto al creer en Él nuestras vidas son compradas por Su sangre derramada, venimos a ser de Él.
"Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."
1 Corintios 6:19-20
Adquirimos pues, mediante el Espíritu Santo, el gozo y la razón de vivir a través de una vida en servicio al Padre, conforme al ejemplo de Cristo, y conforme a Su carácter al cual vamos siendo transformados, por Su palabra y por el Santo Espíritu.
Porque un creyente que no sirve es un creyente apagado, el cual no puede dilucidar el gozo en medio de las dificultades terrenales cotidianas, y por ello las quejas están siempre en su boca e incluso la continua tentación de abrazar la apostasía.
ACCIÓN:
Ya me estoy haciendo la siguiente pregunta:
¿Siento el gozo y la paz de Cristo en mi corazón o simplemente me limito a buscar la felicidad, por entre las experiencias vanas y momentáneas del día a día, como cualquier incrédulo mortal?
Ya es hora de dejar de jugar a ser cristiano y a gustar de veras la vida que Dios nos tiene preparada en nuestra servidumbre y en Su gloria por toda la eternidad.
Mi reflexión halla la conclusión en el siguiente pasaje:
"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad."
Filipenses 2:5-13