domingo, 17 de julio de 2022

PREDICANDO CON EL EJEMPLO, 1 Crónicas 29:3-6

PREDICANDO CON EL EJEMPLO, 1 Crónicas 29:3-6

Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente.
1 Crónicas 29:3-6

Nos encontramos en el último capítulo del primer libro de Crónicas. Donde el cronista plasma las últimas exhortaciones del rey David a los principales de Israel y donde seguidamente presentará una oración de gratitud a Dios, hasta ultimar las letras con la coronación de Salomón y con la muerte de David.

En este momento el rey se hallaba presentando un ligero recuento de aquello atesorado y destinado para la construcción del templo de Salomón.

Entonces añade otro detalle delante de todos, enumerando un tanto más que ha añadido para la obra, de sus arcas personales.

Es una norma general que, cuando una persona expone públicamente una ofrenda suya personal, suele ser para exhibirse jactanciosamente delante de los demás.

Este no es el caso del rey David, sino que se está usando como ejemplo para provocar que la audiencia se anime a hacer lo propio.

Y es que el buen predicador es el que predica con el ejemplo, de lo contrario no sería más que un charlatán o un dictador, si aquel que exige o exhorta no se aplicara personalmente sus palabras.

(Cabe recordar que el rey David se está dirigiendo a los principales de Israel, es decir, a quienes disponen de bienes y riquezas que aportar a la obra, que son los altos cargos de la nación.
Porque estaría de más o sería de miserables, exigir que el pobre aportara también como el rico, siendo que el primero difícilmente  consigue mantenerse a sí mismo.)

Durante el Antiguo Pacto, el rey constituía el ejemplo a seguir por el pueblo de Dios. De manera que cuando el rey se alejaba de los mandamientos de Dios, todo el reino sufría las consecuencias.

Israel jamás fue una nación que prosperara por mérito propio, sino que desde su origen y durante toda su historia se ha evidenciado la poderosa mano de Dios en todos sus logros, como en sus derrotas se ha evidenciado la rebeldía de Su pueblo.

Por esta rebeldía el templo que construyó Salomón acabó destruido al cabo del tiempo y fue necesario volverlo a edificar por los retornados de Babilonia.

Desde los reinados de David y Salomón, Israel no volvió a vivir otra etapa de poder, paz y gloria hasta la fecha.

Pero Dios, en su inconmensurable amor y misericordia, ha establecido un día en que el Señor tomará Su trono para reinar perpetuamente, en todo Su poder y Su gloria.

Antes de esto, el Señor Jesucristo ya vino una primera vez. Siendo Dios, tomó forma de hombre, viviendo como tal pero sin pecado, sujetándose a la voluntad del Padre como un siervo, dando su vida en sacrificio cual cordero pascual y resucitando al tercer día para el perdón y la vida eterna a todo aquel que en Él cree.

Y desde el inicio de Su ministerio terrenal hasta el día en que se consumó Su obra salvífica en la cruz del Calvario pasaron algo así como tres años. Tiempo que admimistró predicando y discipulando a sus seguidores, doce de los cuales serían escogidos para el apostolado.

Y Jesús les enseñaba poniendo Su vida como ejemplo en toda la disciplina, según Su carácter y la voluntad de Dios para con los hombres.

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
Mateo 11:29-30

Y tal Su enseñanza, tal Su ejemplo, dando cumplimiento a lo dicho de Él por los profetas :

"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca."
Isaías 53:6-7

Una vez muerto, resucitado y ascendido a la diestra del Padre, vino a nacer Su iglesia por el bautismo y la morada del Espíritu Santo en todo creyente, siendo adoptados como hijos de Dios por medio de Jesucristo, poniendo Su identidad en cada uno de nosotros.

Y este es nuestro llamado, que habiendo sido hechos hijos de Dios en Cristo Jesús, encaminemos nuestras vidas a un cada vez más marcado carácter de Cristo, para testimonio de salvación en Él al mundo.

Así que ahora nos toca ser ejemplo al mundo del modo en que Cristo lo ha sido para nosotros.

Hoy es día de examinar nuestros pasos preguntándonos qué ejemplo estamos dando y quién está siendo nuestro ejemplo a seguir, si el Señor, según Su voluntad y en Su santa y perfecta Palabra o cualquier otra persona o cosa, según nuestro propio parecer.

"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados."
1 Pedro 2:21-24





















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