sábado, 16 de julio de 2022

EL PERFECTO DISEÑO, 1 Crónicas 28:11-13

EL PERFECTO DISEÑO, 1 Crónicas 28: 11-13

Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa de Jehová, para todas las cámaras alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas. También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para toda la obra del ministerio de la casa de Jehová, y para todos los utensilios del ministerio de la casa de Jehová.
1 Crónicas 28:11-13

Durante la lectura en este primer libro de Crónicas nos hemos sumergido en unas genealogías muy ricas, histórica y didácticamente hablando. Pudimos aprender del triste final del rey Saúl y de la experiencia de David desde antes de subir al trono. Luego, también, el cronista fue inspirado a detallar, de lo que ya habría relatado antes Samuel, lo que para Dios es relevante, omitiendo lo que no aprovecha en nada para la eternidad y para Sus propósitos con Su pueblo en la tierra.

Ya entrados en el capítulo veintiocho, el rey David se encuentra en sus últimos días de reinado. Su salud es, conforme a su longevidad, lo que le hace permanecer postrado en cama a lo largo de este último trecho de su vida.

Aún así, y tomando fuerzas de flaqueza, se presenta delante de todos para anunciar el traspaso del reino a su hijo Salomón y delegarle explicitamente la edificación del templo, instándole a él y a todos sus hombres que se mantengan en la ley, aprendiéndola, viviéndola y enseñándola a otros, para que Israel jamás se aparte del plan establecido por Dios y de Su santa y perfecta voluntad.

A partir del verso once se hace la entrega de los planos del templo.

Y es que el diseño del templo no se trataba de un capricho o de una idea del rey Salomón. Sino que ya había sido dispuesto por Dios con anterioridad a su padre, David, aunque éste no tuviera por designio edificarlo.

Y conforme a las instrucciones de Dios se hará el templo, del mismo modo que Moisés recibió la instrucción detallada de cómo había de ser el tabernáculo.

"Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis."
Éxodo 25:8-9

El tabernáculo de Moisés y el templo que levantará Salomón tienen sus similitudes, aunque el último presenta unas diferencias muy notables, ya no sólo por los materiales en que va a ser construido, sino también en su adicional funcionalidad.

El tabernáculo fue construido con materiales desmontables y transportables, mientras que el templo de Salomón sería una construcción fija en Moriah. Nada de éste quedó a expensas de la improvisación, ya que hasta para su mobiliario se había planificado.

Los elementos comunes entre el tabernáculo y el templo señalan a Cristo. Pero ahora, además, los aposentos de alrededor del templo de Salomón permitían la permanencia sacerdotal dentro del mismo edificio.

También era mayor el número de candelabros de oro, aunque la mesa de los panes de la proposición seguía siendo una. Y el número de fuentes de agua también era mayor, añadiendo cinco basas más de agua a cada lado del templo, además del mar de bronce más grande en la entrada.

Con este cambio se muestra la intención de Dios, no sólo de habitar entre Su pueblo, sino que además Su pueblo, representado por los sacerdotes, pudiera morar en él.

Un perfecto diseño, tanto del tabernáculo como del templo, se hizo tipo de Cristo, el súmmum de la perfección de la revelación de Dios al hombre, en cuerpo de hombre.

Con la presencia de Jesús entre los hombres se daba el cumplimiento de la promesa de Dios de habitar en medio de Su pueblo.

"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad."
Juan 1:14

Y así vino el Señor a cumplir Su plan de salvación al hombre. Entregando Su vida en la cruz del Calvario, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día. Ascendido más tarde a la diestra del Padre, se dió el nacimiento de la iglesia por el bautismo del Espíritu Santo, haciendo morada en todos y cada uno de los que creen en Jesús y lo tienen por Señor y Salvador personal.

Entonces Dios habita en cada creyente y cada creyente mora en Él, por el Espíritu Santo, para que Cristo sea manifestado en nuestra diaria forma de vivir.

Y como en el templo se representaba, ya no era sólo un pueblo el portador de la luz, el cual era representado en el candelero del tabernáculo, sino muchos, según los diez candeleros del templo, portando la misma luz y en común con la misma mesa de los panes de la proposición, la cual es la de la comunión de los santos en Cristo Jesús.

Hoy es día de fijar la mirada en el perfecto diseño de Cristo plasmado en la santa y perfecta palabra de Dios, y dejar que sea Su carácter, y no el nuestro, el que portemos delante de los hombres, para testimonio de salvación y vida en Él.

No se nos ocurra pensar que estamos experimentando nuestras circunstancias de vida por mera casualidad, porque si Dios no dejó a la improvisación del hombre el diseño de una tienda o una casa, menos lo va a hacer con la vida de cada uno de sus hijos, ya que hemos sido hechos morada suya.

A cualquier brote de duda, nos sirvan estas palabras de Pablo para continuar en paso firme en la fe.

"Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad."
Colosenses 2:9-10






















No hay comentarios:

Publicar un comentario

ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17

ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17 Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: N...