sábado, 30 de julio de 2022

GRAN MOVILIZACIÓN, 2 Crónicas 2:1-2

GRAN MOVILIZACIÓN, 2 Crónicas 2:1-2

Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino. Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil quinientos que los vigilasen.
2 Crónicas 2:1-2

En este capítulo el cronista relata todos los preparativos para dar inicio a las obras de edificación del templo y de la casa del rey.

El rey inicia convocando a una gran cantidad de hombres, tanta que supera los ciento cincuenta mil, en tres grupos, cada cual con una función concreta designada, pero todas con el objetivo final de edificar el templo.

Unos, pues, se ocuparían de cargar los materiales, otros tendrían por designio cortarlos en los montes, para que llegasen a la obra listos para su colocación, y mientras tanto, el último grupo y menos numeroso se ocuparía de velar por la seguridad y el orden de los demás.

Sabiamente se hizo esta convocatoria conforme a la sabiduría que Dios le dio, para que la obra se levantase de forma organizada y homogénea sin faltar a ninguno de los detalles proyectados.

Así como Salomón convocó una gran movilización para la edificación del templo y de su casa, la iglesia ha de estar movilizada en pos de su crecimiento y madurez conforme a la voluntad de Dios y al carácter de Cristo, según el Señor ha movilizado a Su iglesia.

"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;"
Efesios 4:11-13

La iglesia funciona como un cuerpo, del cual Cristo es cabeza. En el cuerpo cada miembro cumple su función específica y todos conectados con la cabeza funcionamos en favor el uno del otro, creciendo juntamente de manera que el cuerpo madura de forma homogénea.

"Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo."

"Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros."
1 Corintios 12:12 y Romanos 12:4-5

Todos los creyentes en Cristo Jesús somos miembros los unos de los otros y a su vez, como individuos tenemos cada uno un propósito a cumplir en este mundo, que es la difusión del evangelio, para la salvación de las almas.

Y como dijera Pablo a los Corintios, cada uno de nosotros actuamos como cartas abiertas al mundo, la cual todos leen. Y no son letras de tinta, sino nuestra actitud, nuestras costumbres y nuestras reacciones las que hacen que el lector piense: "esta persona es diferente", para bien a todo aquel que quiere conocer a Cristo.

"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón."
2 Corintios 3:2-3

Hoy es día de meditar en qué sentido estamos movilizados como iglesia, si para el entretenimiento o la satisfacción personal o para la edificación y crecimiento en el carácter de Cristo.

También es día para examinar la obra evangelística, preguntándonos si nuestra diaria forma de vivir está sirviendo de testimonio de Cristo en nuestra vida delante de los incrédulos o si, por el contrario, nos comportamos como ellos camuflando la luz de Cristo.

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:14-16






















CONDUCTAS ARRIESGADAS, 2 Crónicas 1:14-17

CONDUCTAS ARRIESGADAS, 2 Crónicas 1:14-17

Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén. Y acumuló el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y cedro como cabrahigos de la Sefela en abundancia. Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón. Y subían y compraban en Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos, para todos los reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.
2 Crónicas 1:14-17

Salomón reinó en Israel conforme a la voluntad de Dios. No obstante, Dios inspiró al cronista a recordar al lector que, a lo largo de su vida, el rey había estado practicando unas conductas muy arriesgadas. Tanto así, que acabaron provocando que, en la etapa final de su vida, desviara su corazón a la idolatría.

Así que, en estos últimos versos del primer capítulo del segundo libro de Crónicas, leemos cómo Salomón hizo caso omiso a la prohibición explícita de Dios, en Sus instrucciones de cómo debía conducirse el rey de Israel:

"Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino. Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia."
Deuteronomio 17:16-17

Pudiera ser que, a pesar de la tanta sabiduría y de tamaña inspiración de Dios para escribir Salmos y Libros que formarán parte de las Sagradas Escrituras, descuidara un mandamiento especial, que dictó Dios a Moisés, para con los reyes de Israel:

"Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel."
Deuteronomio 17:18-20

Y es que la palabra de Dios transforma el alma y Su ley endereza los pasos de quien la guarda.

¿Habrá sido capaz, Salomón, de desobedecer deliberadamente y de forma recurrente estos mandamientos tan claramente dirigidos a él y a todos los reyes de Israel?

Es algo que desconocemos, aunque preferible es pensar que este desacato lo ocasionó su descuido con respecto a la lectura y a la reflexión de la ley.

El hecho es que toda conducta que realizó durante los inicios de su reinado le repercutió en el final de este.

A lo largo del Salmo ciento diecinueve observamos la vital importancia de la acción de la palabra de Dios en todo aquel que la considera en su modo de vida y en la práctica de su fe.

Y como el trayecto de la vida de cualquier persona se ve irremediablemente influenciado por cuáles sean sus primeros pasos en la etapa de su juventud, he aquí el consejo para evitar que su camino se tuerza:

"¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra."
Salmos 119:9

En el más extenso de los Salmos todo gira en torno a la vital importancia de la Palabra y a su acción preventiva, sustentadora y protectora en los pasos de quien medita en ella y la guarda.

En nuestra mente limitada pensamos que sólo los que rechazan a Dios son capaces de transgredir Su ley.

Lo cierto es que este desvío se encuentra por defecto en el corazón de todos los seres humanos, incluyendo a los creyentes, por cuanto su naturaleza viene corrompida desde que pecara Adán.

Por la mancha del pecado, el hombre vive apartado de Dios, espiritualmente muerto, y  dando bandazos de acá para allá según su corta y nula visión de la vida.

Pero Dios, en Su gran acto de amor y misericordia, no solamente nos dejó Su palabra transformadora para que anduviésemos en ella, sino que nos la mostró en el súmmun de la revelación de Dios para con el hombre, en la persona del Hijo, el Señor Jesucristo.

Porque el Hijo, siendo Dios y el Verbo de vida de toda la creación, se hizo hombre para darse en sacrificio por el pago de nuestro pecado.

Cumpliendo así con toda justicia a través de Su muerte, sepultura y resurrección al tercer día, Jesús constituye la vida de todo aquel que en Él cree, una nueva vida limpia por el poder y la acción del Espíritu Santo, quien nos dirige a Cristo a través de Su palabra.

El reconocimiento de Jesús como Señor y Salvador personal implica una vida conforme a Su voluntad, en obediencia a Dios y a Su palabra.

"Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió."
Juan 14:23-24

Para guardar la palabra del Señor primero es requisito haberla leído y, si no estudiado, haberla meditado, y aplicarla en la vida personal de cada creyente.

Tenemos, pues, a Cristo como ejemplo y a Su santa y perfecta Palabra que de Él testifica.

Hoy es día de examinar nuestra práctica de vida y si en el proceso nos podemos hallar más cercanos a actuar como Salomón, despreocupándose de las fatales consecuencias que le acarrearán sus conductas arriesgadas, o si por el contrario estamos dejando que la Palabra de Dios penetre en nuestro ser para que, por medio del Espíritu Santo, seamos forjados a un cada vez mayor carácter de Cristo.

Sea este nuestro anhelo, igual que Cristo se deleitaba en la Palabra de Dios, con los siguientes versos:

"Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos. ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos! Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos."
Salmos 119:4-6





















jueves, 28 de julio de 2022

EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA, 2 Crónicas 1 :6-12

EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA, 2 Crónicas 1:6-13

Subió, pues, Salomón allá ante Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos. Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre, porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque, quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? Y dijo Dios a Salomón: por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.
2 Crónicas 1:6-12

Con temor de Dios y con todo el peso del trono recién adquirido y de la responsabilidad de la edificación del templo, Salomón convocó a todos los principales de Israel y se presentó con ellos a Gabaón, al tabernáculo de reunión.

Allá, en el altar de bronce, se dice que mil fueron los holocaustos presentados delante de Dios.

Según las diversas figuras literarias, los textos Bíblicos a veces ofrecen un número no exacto por su valor literal, sino al grosso modo de la cuantía.

En este caso podríamos entender que eran literalmente mil holocaustos los ofrecidos sobre el altar, como también hacernos la idea de que la multitud de estos era tal como si de mil se trataran.

Sea como fuere, si literalmente o en sentido figurado, Salomón está mostrando un claro temor reverente delante de Dios, y de ahí la abundancia de sus sacrificios.

En respuesta a este temor reverente, Dios se le presenta esa misma noche en sueños para concederle la petición de su corazón.

Echando mano de la imaginación, podríamos visualizar en ese momento a un Salomón abrumado, por la gran responsabilidad adquirida, como rey sucesor de David, y por el gran compromiso que le ha sido delegado con la edificación del templo.

Además, ya le instó David, su padre, delante de todos, al presentarle el proyecto y la sucesión de su trono:

"Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre. Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla."
1 Crónicas 28:9-10

Salomón tenía la oportunidad de transformar cualquier deseo suyo en realidad, por cuanto Dios se agradó de su gran temor y respeto ante Su presencia.

Pero al recién coronado rey solamente le inquietaba un asunto, y éste era el poder dar la talla conforme a su llamado y propósito como rey sobre Israel y como constructor del templo de Dios.

Reconociendo entonces los favores de Dios para con David, su padre, y para con él mismo, Salomón pide sabiduría y ciencia para poder llevar a cabo su misión.

Y aquí vemos cómo Santiago no hablaba figuradamente el día en que escribió:

"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada."
Santiago 1:5

Si bien el enfoque de su mensaje estaba centrado en la resolución de las diversas pruebas en que se encontraban los judíos cristianos de la dispersión, Santiago apunta diciendo que Dios da la sabiduría abundantemente y sin reproche a todo aquél que la pide, afirmando que le será dada.

Así es cómo le sucedió a Salomón, que en una muestra de gran temor y reverencia, Dios le concedió no solamente la sabiduría y la ciencia, sino también riquezas, bienes y gloria.

Al pasar del tiempo podemos disfrutar de grandes letras que este sabio varón aportó, inspirado por Dios, a las Sagradas Escrituras, y que nos lleva a ser sabios, oidores del consejo y entendidos de la palabra de Dios.

Este es el tema principal del libro de los Proverbios de Salomón, la sabiduría, a la cual él la define de la siguiente manera:

"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza."
Proverbios 1:7

Como también lo es en el libro de Eclesiastés, escribiendo así la conclusión del predicador, diciendo:

"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre."
Eclesiastés 12:13

He aquí también a la sabiduría, por cuanto tiene su principio en el temor de Dios, y encamina al sabio a la rectitud de Sus mandamientos.

La adquisición de la sabiduría de Dios en el hombre está directamente relacionada con el temor que éste tenga de Dios, y el temor de Dios es directamente proporcional a la proximidad entre Dios y el que le teme.

Es por eso que podemos decir que la sabiduría en sí no salva, pero mantiene a salvo a quien dispone de ella.

La sabiduría de Salomón lo mantuvo en los mandamientos de Dios hasta que el rey permitió que, en sus últimos días,su corazón se inclinara en pos de los ídolos de sus tantas concubinas y mujeres, desvío donde no hay sabiduría que lo ampare, de ahí resultará en consecuencia la división de Israel en dos reinos.

Hoy es día de meditar en cuál es la abundancia de nuestro temor y reverencia a Dios como para desear de Su sabiduría, para andar rectamente en Su perfecta  y santa voluntad.

Nos maravillaremos como Pablo, y haremos nuestras sus palabras, para la gloria de Dios.

"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén."
Romanos 11:33-36




















miércoles, 27 de julio de 2022

PASANDO POR GABAÓN, 2 Crónicas 1:1-5

PASANDO POR GABAÓN, 2 Crónicas 1:1-5

Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera. Y convocó Salomón a todo Israel, a jefes de millares y de centenas, a jueces y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de familias. Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto. Pero David había traído el arca de Dios desde Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén. Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella asamblea.
2 Crónicas 1:1-5

El segundo libro de Crónicas forma parte del primero en las Escrituras Hebreas, siendo un sólo libro, y es colocado el último en la Tanaj, que es como se llama la Biblia Hebrea.

Si en el primer libro el cronista se centró en el rey David y su obra, en este segundo libro se va a centrar en Salomón y en los posteriores reyes tocante al reino de Judá.

En los primeros versículos leemos que lo primero que hizo Salomón como rey fue convocar a los principales de Israel para ir con ellos al tabernáculo de reunión.

Aunque el rey David trasladó el arca a Jerusalén, el tabernáculo se mantuvo en Gabaón, y es allá donde fue Salomón junto con todos los convocados.

Porque la tienda donde David hizo reposar el arca venía a ser el Lugar Santísimo, aquel en el que solamente podía acceder el sumo sacerdote bajo unas estrictas condiciones.

Por lo que el resto que se quedó en Gabaón, continuó llevando a cabo sus funciones, con todos los demás elementos del tabernáculo de reunión.

Así que cualquiera que buscara acercarse a Dios ya fuera por consulta, expiación u ofrendas de gratitud, no lo podía hacer presentándose directamente en Sion, sino que debía trasladarse a Gabaón, según el orden establecido por Dios en la ley de Moisés.

En lo extenso de la historia de la creación, el hombre ha tratado de buscarse el modo más directo y cómodo para llegar a Dios, según su parecer.

En el caso de Adán, aunque disponía de la mayor comunión con Dios que jamás el hombre a podido volver a tener en toda la historia veterotestamentaria, él prefirió tomar del fruto que le alcanzaba Eva, recién tomado por ella del árbol del conocimiento del bien y del mal, el mismo del cual Dios dejó en preaviso que el día que de él comieren, ciertamente morirían. 

Comieron, pues, y la muerte les alcanzó por su irremediable separación con Dios. Porque en la perfecta y santa presencia de Dios no hay cabida al más mínimo pecado, quedaban, pues, Adán y Eva excluídos de Su presencia, y con ellos toda la humanidad.

Pero Dios, en Su inconmensurable amor y misericordia, trazó un plan eterno para la salvación del hombre y para tomar Su trono sobre la tierra, el cual era aquel dominio que perdió Adán tras su pecado y le fue arrebatado por Satanás debido a la circunstancia.

La primera parte del plan, la de la salvación, se cumplió con la llegada del Señor Jesucristo, el cual es el Hijo de Dios y Dios Hijo encarnado, muerto, sepultado y resucitado al tercer día para el perdón y la vida eterna de todo aquel que en Él cree.

Jesús supone, desde entonces, la justificación del hombre en Cristo para que por medio de Él vuelva a acceder a la santa y perfecta presencia de Dios.

Es en Cristo, y en ningún otro medio, en que podemos acercarnos a Dios y tenerlo por Padre. Algo que jamás pudieron experimentar ni los hombres más fieles a Dios que vivieron en tiempos anteriores a Cristo.

Y así mismo se presentó Jesús delante del pueblo:

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Juan 14:6

Como también lo indica Juan en sus cartas:

"El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida."
1 Juan 5:12

Son afirmaciones absolutas, donde la relatividad no tiene cabida, tan claras y concisas que no queda lugar a duda de que Él es el Único acceso a Dios y Único mediador entre Dios y los hombres.

"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,"
1 Timoteo 2:5

Salomón tenía bien cerca la tienda donde reposaba el arca del pacto. Pero aunque el arca fue custodiada anteriormente en casa de Abinadab y de Obed Edom sin aparentes problemas, es más, incluso Obed Edom y su familia salieron grandemente bendecidos a causa de su custodia. A Salomón jamás se le ocurriría presentarse directamente en la tienda que puso su padre en Sion, donde moraba el arca, a sabiendas por la ley que moriría fulminantemente a causa del pecado.

El rey Salomón se trasladó a Gabaón para acercarse a Dios como Él manda.

Gracias a Dios que nos ha dado a Su Hijo para que por medio de Él lleguemos directamente a Sus brazos, sin necesidad de más sacrificio.

No obstante, y por la dureza de nuestro corazón de carne, nos pudiera venir la tentación de pensarnos más o menos merecedores de Su gracia según nuestra labor en el cuerpo de Cristo y nuestra fidelidad a Él.

Lo cierto es que nadie, por muy fiel que sea, es merecedor de la salvación que el Padre nos ha dado en el Hijo, el Señor Jesucristo, y el más mínimo pensamiento que nos dirija al mérito propio constituye la idolatría de jactarnos de nuestra salvación.

Hoy es día de meditar cómo nos acercamos al Padre o cuál es nuestra pretensión de hacerlo. Nos tocará leer las palabras que dedicó Jesús a los fariseos, que se llegaron a creer más aceptos delante de Dios que Dios mismo en la persona del Hijo.

"Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación."
Lucas 16:15



















martes, 26 de julio de 2022

SACRIFICIO, SACERDOTE Y REY, 1 Crónicas 29:21-23

SACRIFICIO, SACERDOTE Y REY, 1 Crónicas 29:21-23

Y sacrificaron víctimas a Jehová, y ofrecieron a Jehová holocaustos al día siguiente; mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel. Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por príncipe, y a Sadoc por sacerdote. Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel.
1 Crónicas 29:21-23

Ultimando la lectura del primer libro de crónicas, concluye también la etapa de reinado de David con la coronación de su hijo.

Y aunque ya había sido anunciado con anterioridad, en esta ocasión se dará el evento oficial, con los sacrificios correspondientes de parte de todo el pueblo y presentándose también la unción del sacerdote que le acompañará en su reinado.

De nuevo vemos como el cronista omite una etapa muy sombría de Salomón, porque cuando Dios perdona los pecados, los pone en el olvido. Entendemos con este detalle que Salomón llegó al arrepentimiento antes de que concluyese su vida sobre la tierra, a pesar del lamentable desenlace que leemos sobre él en otros relatos Bíblicos.

Los sacrificios en el Antiguo Testamento eran el medio por el que el hombre podía acercarse a Dios, en arrepentimiento, para clamar a Él o como ofrenda de gratitud.

El efecto de cada sacrificio era temporal, por lo que se necesitarían muchos sacrificios de animales a lo largo del año por persona, si esta era bien consciente de sus pecados o quería mantener una vida consagrada a Dios.

El origen del sacrificio de animales para paliar la ira de Dios contra el pecado del hombre, se remonta a tiempos de Adán y Eva, concretamente al momento en que fueron expulsados del huerto de Edén a causa de su pecado.

En ese caso Dios mató a dos animales para cubrir con sus pieles los cuerpos desnudos de los expulsados y desde entonces entendieron que la única forma de no perecer tratando de acercarse a Dios iba a tener que ser a través de un animal que pagara con su culpa.

Ya lo dice la Palabra, que la paga del pecado es la muerte, y que sin derramamiento de sangre no hay remisión. Fue necesario, pues, que a lo largo de todo el trayecto veterotestamentario se diera recurrentemente esta práctica, no solamente ya por necesidad, sino por mismo mandato de Dios a través de la ley de Moisés.

Se lee que después de estos sacrificios Salomón fue ungido por príncipe y Sadoc lo fue, por sacerdote.

Seguidamente se narra la subida al trono de Salomón y una valoración final de cómo fue su reinado.

La figura del sacerdote era imprescindible pues su función consistía en mediar entre el pueblo y Dios en la presentación de los sacrificios, para el perdón  de los pecados y para la presentación de ofrendas en gratitud.

No es que el sacerdote fuese mayor que el resto de los hombres, sino que, por sus funciones, él debía vivir una vida consagrada, de modo que adquiría el compromiso de santificarse ofreciendo previamente un sacrificio por sus propios pecados, antes de sacrificar cualquier animal por el pecado del pueblo.

Muchos sacerdotes morían al tratar de presentarse  en el Lugar Santísimo sin haber sacrificado antes por su propio pecado o por tratar de mantenerlo oculto.

Dadas las limitaciones de los sacrificios, por el valor perecedero de su sangre, y de los sacerdotes, hombres atados en su carne a enfermedades y a muerte, Dios mostró, en Su inconmensurable amor y misericordia, el perpetuo perdón y la vida eterna a través de Su Hijo, el mismo que también reinará eternamente sobre toda Su creación.

Porque el Hijo, siendo Dios, se hizo carne y habitó entre Su pueblo, vivió como hombre, pero sin pecado, y entregó Su vida en perfecto sacrificio y a su vez en perfecto sacerdocio, para la perfecta redención y mediación entre Dios y los hombres.

Resucitado al tercer día y tras Su ascensión a la diestra del Padre, permanece en mediación por todos los santos, aguardando el día en que Dios ha establecido que volverá, esta vez ya no como cordero listo para ser sacrificado, sino como el perfecto Rey de reyes, para tomar Su trono para siempre.

"Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,"
Mateo 25:31

Mientras tanto, todos los creyentes en el Señor Jesucristo, habiendo adquirido Su vida y forjándonos cada vez más en Su carácter por la acción del Espíritu Santo morando en cada uno de nosotros, somos los beneficiarios por excelencia de la obra salvífica de Cristo en la cruz del Calvario, somos puestos por real sacerdocio en reconciliación del mundo con Dios a través de la función evangelística y, además, reinaremos juntamente con Él y disfrutaremos eternamente de Su heredad, para Su gloria y honra.

¿Qué más podemos pedir? Sólo nos queda presentarnos delante de Dios con un corazón eternamente agradecido.

Y por si aún no llegáramos a ser conscientes de la perfección de la obra de Dios en nuestra vida, por el don de Dios proveyéndonos de Cordero, Sacerdote y Rey en Cristo Jesús, recordemos esta nota de Pablo, para regocijarnos en Su plenitud.

"Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad."
Colosenses 2:9-10





















domingo, 24 de julio de 2022

INTEGRIDAD, 1 Crónicas 29:19.

INTEGRIDAD, 1 Crónicas 29:19

Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos.
1 Crónicas 29:19

Ultimando la oración, David le pide a Dios que le dé a su hijo un corazón íntegro, apto, capaz y dispuesto a mantenerse en sus mandamientos, para llevar a cabo exitosamente la edificación del templo y su reinado.

La petición del rey implica necesariamente que Salomón centre su vida en los designios de Dios, y su corazón en sus mandamientos.

Porque la perfección en el corazón del hombre no es posible por sí mismo, y esto es a causa de Adán, por la mancha del pecado que nos separó de Dios desde el momento en que el primer hombre decidiera transgredir el único mandamiento de Dios, que contenía su advertencia expresa de castigo.

No obstante, y aunque no existe peor condena que la muerte, Adán prefirió disponer por sí mismo del conocimiento del bien y del mal a continuar basando su existencia en dependencia exclusiva de Dios.

Y con la autonomía le vino la condenación, por cuanto así espetaba el mandamiento, el cual leemos en Génesis 2:17: "mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás."

Sabiendo que esto iba a acontecer, Dios, en Su inconmensurable amor y misericordia, trazó el perfecto plan de salvación en el que cargaría sobre Sí con todo el peso de la condena, para el perdón y la vida eterna en el hombre, en cumplimiento de toda justicia.

Siendo necesaria, pues, la integridad en el corazón del hombre para que este pueda acceder a Su presencia, Dios nos proveyó de Su Hijo. Para que por medio de Él lleguemos a alcanzar la perfección de la santidad, requisito imprescindible para alcanzar Su gloria.

"Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón."
Salmos 15:1-2

Es por medio de la fe en el Señor Jesucristo que alcanzamos Su integridad y Su justicia. Dones dados por pura gracia y misericordia de Dios, para nuestra reconciliación con Él y para Su gloria y honra.

En Él somos tratados por el Espíritu Santo en pos de la voluntad de Dios y según la perfección del carácter de Cristo.

Porque aunque, en el Espíritu, todo aquel que cree en el Hijo es hecho una nueva criatura, en adquisición de la naturaleza Divina, por cuanto viene a morar en cada uno de los que en Cristo hemos creído, aún nuestro cuerpo de carne se ve afectado por la ley del pecado y de la muerte.

Y esto hace necesario que tengamos que experimentar adversidades de mayor o menor índole, durante nuestra estancia en este mundo, para el sometimiento de nuestra carne a la voluntad de Dios.

"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis."
Gálatas 5:16-17

Así como David entendía que Salomón necesitaba un corazón perfecto, hoy es día de desechar todo aquello que nos impide continuar creciendo en la integridad en el Señor Jesucristo.

Y como en el mundo siempre va a haber oposición a que la santificación se lleve a cabo, sirvámonos hoy del consejo de Santiago, cada vez que veamos a las pruebas venir.

"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna."
Santiago 1:2-4

































sábado, 23 de julio de 2022

FIDELIDAD, 1 Crónicas 29:18

FIDELIDAD, 1 Crónicas 29:18

Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti.
1 Crónicas 29:18

Nos encontramos leyendo el último capítulo del primer libro de las crónicas donde el autor ha narrado, de todo asunto histórico tocante a Israel, desde Adán y hasta el rey David, lo que es de relevancia según la óptica de Dios.

El rey se encuentra en el final de su etapa, delante del pueblo, después de haber presentado públicamente el proyecto de la edificación del templo y de instar a los principales y a Salomón a finalizarlo con éxito.

Seguidamente ha iniciado una oración exaltando a Dios en reconocimiento de Su poder, de Su gloria y de Su magnificencia.

A continuación, el cronista es inspirado a estructurar la oración de David como con la intención de que su audiencia reciba exhortación y enseñanza, mientras ora, siendo que el verso anterior fue dedicado a la rectitud, que le agrada a Dios, y al resultado de aplicarla a su vida.

En el verso de hoy, David ruega al Dios de los vivos sobre la permanencia del pueblo y de su rey en este corazón dispuesto que el rey se está encontrando en respuesta a su exhortación.

Según la fidelidad del pueblo a Dios es el número de sus victorias o derrotas, y esto bien lo sabe David, que presenció las consecuencias en el pueblo por la rebeldía del rey anterior, este era Saúl, y el triste desenlace de su vida.

Es por eso que su clamor a Dios se centra en que el corazón del pueblo permanezca en disposición de agradar a Dios y de encaminarse en su ley.

Durante toda la lectura Bíblica leemos sobre cómo todo hombre y mujer fiel a Dios es prosperado, aunque antes ha tenido que pasar por un proceso que puso seriamente a prueba su fidelidad.

Pero como el corazón del hombre tiende, por defecto, a torcerse en pos del pecado, sucederá que, tras David y Salomón, reinarán hombres no tan fieles e incluso hombres totalmente perversos, que hasta entregarán a sus propios hijos al fuego como ofrenda a Moloc.

A consecuencia de esto, Jerusalén y el templo serán destruídos y su pueblo llevado al exilio a Babilonia.

Allí nos encontramos con Daniel y sus amigos Ananías, Misael y Azarías, a quienes les han cambiado el nombre, poniéndoles unos referentes a la costumbre y a la religión Babilónica, mas no han podido cambiarles el corazón.

Desde buen principio, estos cuatro, fueron tentados a descuidar la ley de Dios, siendo que Nabucodonosor ordenó expresamente que se alimentaran de las viandas del rey.

Pero Daniel y sus amigos se negaron,y asumieron el riesgo de trasladar su negativa al jefe de los eunucos.

"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse."
Daniel 1:8

Y Dios recompensó su fidelidad poniéndolos en buen lugar entre los enemigos, resaltándolos por encima de ellos.

"En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino."
Daniel 1:20

Pero su fidelidad a Dios no se manifestó solamente en esta escena, sino que más adelante, a Daniel, lo harán permanecer toda una noche encerrado en una fosa llena de leones hambrientos, porque él no quiso obedecer al edicto del rey, el cual prohibía la adoración a cualquier dios u hombre a excepción del rey Darío.

Y se manifestó la gloria de Dios cuando la boca de esos leones fueron cerradas, de manera que Daniel salió tal cual entró.

Y tal cual entraron Ananías, Misael y Azarías a un horno ardiendo y precalentado al máximo, salieron, de modo que ni aún sus ropas intactas olían a humo.

Porque estos tres, a quienes Nabucodonosor cambió los nombres a Sadrac, Mesac y Abednego, se negaron a adorar, ni a inclinarse siquiera aparentando hacerlo, a la estatua erigida por el rey Nabucodonosor.

En ellos está el ejemplo más recurrente de fidelidad en la emseñanza Bíblica, citando como versos claves, los siguientes:

"He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado."
Daniel 3:17-18

También tenemos, entre los fieles, a los anónimos incluídos en el listado de héroes de la fe, que el autor quiso plasmar en su carta a los Hebreos, de la siguiente manera:

"Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros."
Hebreos 11:36-40

Porque éstos también fueron prosperados, pero no en el concepto de prosperidad que entiende el mundo, sino en la fortaleza, para la perseverancia de la fe, ante las desgracias, para recompensa eterna en los cielos.

En la actualidad hemos adquirido un concepto nuevo generacional al cual llamamos la "generación de cristal". Este concepto engloba a las últimas generaciones que cada vez se muestran más vulnerables ante cualquier situación que requiera una mínima muestra de determinación o gallardía, o saber estar, por imperceptible que sea el contratiempo.

La iglesia de este siglo, pudiendo ser la más fuerte y extendida en población, gracias a los grandes avances tecnológicos, que facilitan la extensión del mensaje evangelístico por todo el mundo y la conexión instantánea entre hermanos de diferentes lenguas y naciones, es, al contrario, la que se puede conocer tranquilamente como la iglesia de la generación de cristal.

Pertenecemos a una iglesia que se desmorona ante cualquier pequeño incidente, ya no digamos cuando el problema afecta mundialmente, como por ejemplo una pandemia o desastres naturales que arrasan por donde sea sin previo aviso.

De modo que pudiendo aprovechar estas situaciones para mostrar nuestro carácter fiel y confiado, conforme nuestro Padre celestial está por encima de toda enfermedad o desgracia, lamentablemente solemos incluirnos en el grupo de los incrédulos atemorizados, cosa que ellos, por lo menos, tienen la excusa de no conocer a Cristo.

Para contrarrestar esta debilidad, va siendo hora que comencemos a comportarnos fielmente, para con nuestro Salvador, el Señor Jesucristo y nuestro Padre celestial, enriqueciendo nuestra vida devocional y aplicándola al día a día.

Porque nadie es fiel a aquél o a aquello que no conoce, es imperante la necesidad de impregnarnos del Señor en Su palabra, para que el Espíritu Santo nos encamine a un cada vez más marcado carácter de Cristo.

Y si a Cristo tenemos como ejemplo, pues suya es la vida que recibimos por la fe, por la gracia de Dios, seamos entonces fieles, como él también lo es.

"Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo."
2 Timoteo 2:11-13





















jueves, 21 de julio de 2022

RECTITUD, 1 Crónicas 29:17

RECTITUD, 1 Crónicas 29:17

Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.
1 Crónicas 29:17

Durante la oración de David delante de los principales de Israel, el cronista la plasma como una enseñanza, en la que detallará las características del corazón de un hombre de Dios.

En el caso de este verso, el rey indica cómo Dios se agrada de la rectitud. Por ello, David buscó obrar rectamente, en sinceridad de corazón, en cuanto a toda su aportación para la edificación del templo y sus provisiones.

En esta pequeña pero enriquecedora enseñanza, David expresa la necesidad de conocer qué le agrada y qué le desagrada a Dios, siendo que en este caso se centra en la cualidad de la rectitud.

Seguidamente muestra como es necesario aplicar ese conocimiento, de modo que David indica cómo se sujetó a la voluntad de Dios, en este caso.

Por último, el rey concluye mostrando el favorable resultado de obedecer a este conocimiento de la voluntad de Dios conforme a la rectitud.

Pues David se instruye, aplica y produce el fruto, el cual es la afirmativa reacción de su audiencia.

Concentrada en un sólo verso, tan suculenta enseñanza, sólo nos queda saber en qué consiste la rectitud, para poder aplicarla también a nuestra vida.

La rectitud es una cualidad que engloba características, tan  sinónimas como armonizables entre ellas, como la sinceridad, la honestidad y la justicia en el proceder de quien la practica.

El contrario del corazón recto es el corazón flexible, que tiene la capacidad de doblarse fácilmente por la influencia que se ejerza sobre él en cada momento.

Las personas con corazón flexible se adaptan muy fácilmente a cualquier corriente de este mundo, por lo que son más vulnerables al engaño, por su falta de firmeza.

El primer ejemplo en la historia de la humanidad tocante a un corazón flexible lo tenemos con Eva, quien estando sola se dejó embaucar por la serpiente, mordiendo del fruto aquel del cual Dios dijo "no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás". 

Y con ella pecó Adán, ya sin necesidad de ser engañado, desviándose inevitablemente hacia la muerte, que es la separación de Dios.

Desde entonces la humanidad nace con un corazón desviado por la simiente de Adán.

"Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno."
Romanos 3:10-12

Y puesto que, por ese corazón torcido, al hombre le es imposible hallar la rectitud para encaminarse en ella, Dios nos ha rescatado por medio del Hijo, el Señor Jesucristo, para que por medio de la fe en Él y en arrepentimiento, obtengamos el regalo del perdón y la vida eterna, poniendo en cada uno de los que creemos en Él un corazón nuevo llevado hacia la rectitud por el Espíritu Santo, según la voluntad de Dios y en el carácter de Cristo.

Pero el viejo hombre sigue estando en cada creyente mientras este permanezca en este mundo en su cuerpo corruptible.

Aún así es posible someter esta naturaleza carnal a la espiritual haciendo como David: llegando al conocimiento de la voluntad de Dios para aplicarla personalmente y en el diario vivir de manera que la persona vaya pareciéndose cada vez más a Cristo, por el fruto del Espíritu como resultado, en evidencia testimonial de salvación al mundo.

En estos últimos tiempos estamos viviendo en un mundo cada vez más lleno de factores que pueden distraer el corazón y la mente del creyente desviándolo hacia las sendas engañosas de la humanidad.

Aunque salvos en Cristo, lamentablemente somos muchos en Su iglesia que no estamos participando del fruto, por nuestro corazón flexible a causa de una escasa relación con nuestro Padre celestial.

Hoy está siendo el día de examinar nuestro corazón a la luz de las Escrituras e intentar que sea hallado como el del rey David, en rectitud, por la obediencia y puesta en práctica de la voluntad de Dios para con Sus hijos.

Y para evitar que el viejo hombre se interponga a nuestra nueva identidad en Cristo para no dejarnos guiar por el Espíritu, en rectitud, sirvámonos del consejo de Pablo:

"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros."
Efesios 4:22-25




















martes, 19 de julio de 2022

TODO ES SUYO, 1 Crónicas 29:14

TODO ES SUYO, 1 crónicas 29:14


Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

1 Crónicas 29:14


Nos encontramos en el momento en que el rey David está traspasando sus funciones, a su hijo Saúl, delante de todos los principales de Israel. 


Después de presentar proyecto, planos y provisiones para la obra del templo, y de exhortarlos a la permanencia en la ley y en los mandamientos de Dios, David se encuentra ahora entonando una alabanza en gratitud delante de todos. 


La alabanza inicia exaltando a Dios por Su majestad y Su gloria, en reconocimiento de Su grandeza y de que es poseedor de todas las cosas, por cuanto Él es el Creador de ellas.


Entonces el rey continuará su alabanza, según la reciente exhortación, apelando la generosidad de los principales para la obra del templo, abriendo una cuestión que nos lleva al autoexamen, "quien soy yo, y quien es mi pueblo", en vista de derribar toda posible jactancia humana ante las ofrendas para la obra de Dios. 


Concluye respondiendo: "pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos". 

Aunque los necios insisten en afirmarlo, nuestra existencia no es fruto de la casualidad ni el universo apareció a causa de una fortuita explosión a partir de la nada.

Es un hecho científico que de la nada no puede aparecer algo, sino que es necesario que haya algo o alguien que provoque que ese algo exista. 

Dios se revela abiertamente al hombre a través de toda Su creación: Los cielos con todos los cuerpos celestiales visibles, tangibles y etéreos, la tierra, con sus altas cimas que parecen tocar el cielo, con sus apacibles valles y sus asombrosos acantilados, y los mares repletos de especies marinas tan variopintas como las que aún están por descubrir, morando en las profundidades más oscuras.

Todo lo que hay en la tierra ha sido creado por Dios, de manera que el hombre, que también es criatura de Dios, es irremediablemente dependiente de Dios, por cuanto necesita de Él hasta para respirar.

Y he aquí la misericordia del Todopoderoso Dios Creador de los cielos y la tierra. Que habiendo incrédulos que declaran abiertamente no querer saber nada de Él, Dios permite que también ellos puedan proveer a sus pulmones de aire fresco y les concede el poder disfrutar de los cálidos rayos del sol despuntando al amanecer, o refrescar el olfato con el olor del rocío sobre la hierba.

Y si pareciera poco que Dios sustenta la vida terrenal de todas Sus criaturas, aún ha dado la vida de Su Hijo en pago por los pecados de todo el mundo para que, por medio de la fe en el Señor Jesucristo y en Su obra salvífica en la cruz del Calvario, podamos recibir este don inmerecido del perdón y de la vida eterna, reconciliándonos con Él en el Hijo.

Habiendo sido sellados por el Espíritu Santo en el momento de nuestra conversión a Cristo, pasamos de muerte a vida bajo una nueva identidad, la de hijos de Dios.

Y como hijos, también herederos de Dios juntamente con el Hijo, de toda Su gloria.

"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."
Romanos 8:16-17

Habiéndonos dado, pues, la propia vida en Cristo, que es eterna, aún nos sustenta con todo lo necesario para el mantenimiento del cuerpo e incluso nos da de más, para aquello que no es de necesidad básica, pero como si lo fuera.

Sin embargo nos toca reconocer cuántas veces asimilamos estos sustentos como frutos de mérito propio, ya sea por salario laboral, o bienes adquiridos a lo largo del diario vivir, pensando "esto es mío, de mi propiedad".

Entonces es cuando cerramos el puño para no soltar el fruto. Pudiéramos parecernos a los de Corinto que en aquel entonces animaron a otras congregaciones a ofrendar para los hermanos sitos en Judea, pero ellos se fueron desentendiendo, hasta el día en que el apostol Pablo tuvo que llamarles la atención.

"Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."

2 Corintios 9:5-7

Hoy es día de valorar justamente todos los bienes de los que Dios nos ha provisto, empezando por la vida, y plantearnos su uso de forma en que sirva para la gloria y la honra de Dios, y no para nuestro ego 

Nos preguntaremos: ¿Quién soy yo para ofrecerte voluntariamente aquello que sólo Tú me has dado?

Pues todo es Tuyo, y de lo recibido de Tu mano, te doy. 




















domingo, 17 de julio de 2022

PREDICANDO CON EL EJEMPLO, 1 Crónicas 29:3-6

PREDICANDO CON EL EJEMPLO, 1 Crónicas 29:3-6

Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente.
1 Crónicas 29:3-6

Nos encontramos en el último capítulo del primer libro de Crónicas. Donde el cronista plasma las últimas exhortaciones del rey David a los principales de Israel y donde seguidamente presentará una oración de gratitud a Dios, hasta ultimar las letras con la coronación de Salomón y con la muerte de David.

En este momento el rey se hallaba presentando un ligero recuento de aquello atesorado y destinado para la construcción del templo de Salomón.

Entonces añade otro detalle delante de todos, enumerando un tanto más que ha añadido para la obra, de sus arcas personales.

Es una norma general que, cuando una persona expone públicamente una ofrenda suya personal, suele ser para exhibirse jactanciosamente delante de los demás.

Este no es el caso del rey David, sino que se está usando como ejemplo para provocar que la audiencia se anime a hacer lo propio.

Y es que el buen predicador es el que predica con el ejemplo, de lo contrario no sería más que un charlatán o un dictador, si aquel que exige o exhorta no se aplicara personalmente sus palabras.

(Cabe recordar que el rey David se está dirigiendo a los principales de Israel, es decir, a quienes disponen de bienes y riquezas que aportar a la obra, que son los altos cargos de la nación.
Porque estaría de más o sería de miserables, exigir que el pobre aportara también como el rico, siendo que el primero difícilmente  consigue mantenerse a sí mismo.)

Durante el Antiguo Pacto, el rey constituía el ejemplo a seguir por el pueblo de Dios. De manera que cuando el rey se alejaba de los mandamientos de Dios, todo el reino sufría las consecuencias.

Israel jamás fue una nación que prosperara por mérito propio, sino que desde su origen y durante toda su historia se ha evidenciado la poderosa mano de Dios en todos sus logros, como en sus derrotas se ha evidenciado la rebeldía de Su pueblo.

Por esta rebeldía el templo que construyó Salomón acabó destruido al cabo del tiempo y fue necesario volverlo a edificar por los retornados de Babilonia.

Desde los reinados de David y Salomón, Israel no volvió a vivir otra etapa de poder, paz y gloria hasta la fecha.

Pero Dios, en su inconmensurable amor y misericordia, ha establecido un día en que el Señor tomará Su trono para reinar perpetuamente, en todo Su poder y Su gloria.

Antes de esto, el Señor Jesucristo ya vino una primera vez. Siendo Dios, tomó forma de hombre, viviendo como tal pero sin pecado, sujetándose a la voluntad del Padre como un siervo, dando su vida en sacrificio cual cordero pascual y resucitando al tercer día para el perdón y la vida eterna a todo aquel que en Él cree.

Y desde el inicio de Su ministerio terrenal hasta el día en que se consumó Su obra salvífica en la cruz del Calvario pasaron algo así como tres años. Tiempo que admimistró predicando y discipulando a sus seguidores, doce de los cuales serían escogidos para el apostolado.

Y Jesús les enseñaba poniendo Su vida como ejemplo en toda la disciplina, según Su carácter y la voluntad de Dios para con los hombres.

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
Mateo 11:29-30

Y tal Su enseñanza, tal Su ejemplo, dando cumplimiento a lo dicho de Él por los profetas :

"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca."
Isaías 53:6-7

Una vez muerto, resucitado y ascendido a la diestra del Padre, vino a nacer Su iglesia por el bautismo y la morada del Espíritu Santo en todo creyente, siendo adoptados como hijos de Dios por medio de Jesucristo, poniendo Su identidad en cada uno de nosotros.

Y este es nuestro llamado, que habiendo sido hechos hijos de Dios en Cristo Jesús, encaminemos nuestras vidas a un cada vez más marcado carácter de Cristo, para testimonio de salvación en Él al mundo.

Así que ahora nos toca ser ejemplo al mundo del modo en que Cristo lo ha sido para nosotros.

Hoy es día de examinar nuestros pasos preguntándonos qué ejemplo estamos dando y quién está siendo nuestro ejemplo a seguir, si el Señor, según Su voluntad y en Su santa y perfecta Palabra o cualquier otra persona o cosa, según nuestro propio parecer.

"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados."
1 Pedro 2:21-24





















sábado, 16 de julio de 2022

EL PERFECTO DISEÑO, 1 Crónicas 28:11-13

EL PERFECTO DISEÑO, 1 Crónicas 28: 11-13

Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa de Jehová, para todas las cámaras alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas. También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para toda la obra del ministerio de la casa de Jehová, y para todos los utensilios del ministerio de la casa de Jehová.
1 Crónicas 28:11-13

Durante la lectura en este primer libro de Crónicas nos hemos sumergido en unas genealogías muy ricas, histórica y didácticamente hablando. Pudimos aprender del triste final del rey Saúl y de la experiencia de David desde antes de subir al trono. Luego, también, el cronista fue inspirado a detallar, de lo que ya habría relatado antes Samuel, lo que para Dios es relevante, omitiendo lo que no aprovecha en nada para la eternidad y para Sus propósitos con Su pueblo en la tierra.

Ya entrados en el capítulo veintiocho, el rey David se encuentra en sus últimos días de reinado. Su salud es, conforme a su longevidad, lo que le hace permanecer postrado en cama a lo largo de este último trecho de su vida.

Aún así, y tomando fuerzas de flaqueza, se presenta delante de todos para anunciar el traspaso del reino a su hijo Salomón y delegarle explicitamente la edificación del templo, instándole a él y a todos sus hombres que se mantengan en la ley, aprendiéndola, viviéndola y enseñándola a otros, para que Israel jamás se aparte del plan establecido por Dios y de Su santa y perfecta voluntad.

A partir del verso once se hace la entrega de los planos del templo.

Y es que el diseño del templo no se trataba de un capricho o de una idea del rey Salomón. Sino que ya había sido dispuesto por Dios con anterioridad a su padre, David, aunque éste no tuviera por designio edificarlo.

Y conforme a las instrucciones de Dios se hará el templo, del mismo modo que Moisés recibió la instrucción detallada de cómo había de ser el tabernáculo.

"Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis."
Éxodo 25:8-9

El tabernáculo de Moisés y el templo que levantará Salomón tienen sus similitudes, aunque el último presenta unas diferencias muy notables, ya no sólo por los materiales en que va a ser construido, sino también en su adicional funcionalidad.

El tabernáculo fue construido con materiales desmontables y transportables, mientras que el templo de Salomón sería una construcción fija en Moriah. Nada de éste quedó a expensas de la improvisación, ya que hasta para su mobiliario se había planificado.

Los elementos comunes entre el tabernáculo y el templo señalan a Cristo. Pero ahora, además, los aposentos de alrededor del templo de Salomón permitían la permanencia sacerdotal dentro del mismo edificio.

También era mayor el número de candelabros de oro, aunque la mesa de los panes de la proposición seguía siendo una. Y el número de fuentes de agua también era mayor, añadiendo cinco basas más de agua a cada lado del templo, además del mar de bronce más grande en la entrada.

Con este cambio se muestra la intención de Dios, no sólo de habitar entre Su pueblo, sino que además Su pueblo, representado por los sacerdotes, pudiera morar en él.

Un perfecto diseño, tanto del tabernáculo como del templo, se hizo tipo de Cristo, el súmmum de la perfección de la revelación de Dios al hombre, en cuerpo de hombre.

Con la presencia de Jesús entre los hombres se daba el cumplimiento de la promesa de Dios de habitar en medio de Su pueblo.

"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad."
Juan 1:14

Y así vino el Señor a cumplir Su plan de salvación al hombre. Entregando Su vida en la cruz del Calvario, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día. Ascendido más tarde a la diestra del Padre, se dió el nacimiento de la iglesia por el bautismo del Espíritu Santo, haciendo morada en todos y cada uno de los que creen en Jesús y lo tienen por Señor y Salvador personal.

Entonces Dios habita en cada creyente y cada creyente mora en Él, por el Espíritu Santo, para que Cristo sea manifestado en nuestra diaria forma de vivir.

Y como en el templo se representaba, ya no era sólo un pueblo el portador de la luz, el cual era representado en el candelero del tabernáculo, sino muchos, según los diez candeleros del templo, portando la misma luz y en común con la misma mesa de los panes de la proposición, la cual es la de la comunión de los santos en Cristo Jesús.

Hoy es día de fijar la mirada en el perfecto diseño de Cristo plasmado en la santa y perfecta palabra de Dios, y dejar que sea Su carácter, y no el nuestro, el que portemos delante de los hombres, para testimonio de salvación y vida en Él.

No se nos ocurra pensar que estamos experimentando nuestras circunstancias de vida por mera casualidad, porque si Dios no dejó a la improvisación del hombre el diseño de una tienda o una casa, menos lo va a hacer con la vida de cada uno de sus hijos, ya que hemos sido hechos morada suya.

A cualquier brote de duda, nos sirvan estas palabras de Pablo para continuar en paso firme en la fe.

"Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad."
Colosenses 2:9-10






















jueves, 14 de julio de 2022

POR LA SANGRE DERRAMADA, 1 Crónicas 28:3

POR LA SANGRE DERRAMADA, 1 Crónicas 28:3

Mas Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra, y has derramado mucha sangre.
1 Crónicas 28:3

Llegando a la conclusión del primer libro de Crónicas, David se encuentra reuniendo a todos los principales de Israel para presentar a su hijo al trono.

El rey inicia su discurso compartiendo su deseo de edificar una casa a Dios donde posar el arca del pacto.

Su plan no pudo llevarlo a cabo porque sus designios lo llevaron a la guerra.


¿Qué habría acontecido si el rey David hubiera desoído el impedimento de Dios de levantar el templo? No habría podido atender en la batalla, de manera que las propias invasiones enemigas se habrían encargado de frustrar su obra.

Fue necesario derramar sangre en esas guerras para que su sucesor quedara libre de ellas. Para edificar el templo en paz, reinando en bonanza y poder en medio de todas las naciones.

No es voluntad de Dios que existan las guerras en el mundo. A causa del pecado es que existen los conflictos entre los hombres, que son inevitables mientras exista maldad en su corazón.

Las primeras manos que derramaron sangre humana fueron las de Caín, quien gobernado por la envidia y los celos, mató a Abel, su hermano.

En el caso del rey David, sus manos derramadoras de sangre fueron así de manera totalmente circunstancial, a excepción de la vida sesgada a Urías, a quien mandó a muerte segura por tal de casarse con su mujer.

Y las circunstancias requerían que el rey al mando se encargara de defender su territorio y de reclamar lo suyo de manos enemigas.

En la actualidad tenemos como plato diario una bandeja llena de noticias de muerte y destrucción, como manifiesto del aumento de la maldad en el corazón del hombre, maldad que un día no muy lejano colmará del todo la copa de la ira de Dios, para derramarla sobre la tierra.

Mientras tanto, y por Su pura misericordia, Dios nos dió a Su Hijo para que Su preciosa sangre sin mácula fuera derramada en su totalidad por todos los hombres, para su redención y reconciliación con Dios por medio de Él.

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

"Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida."
Romanos 5: 8 y 18

Ésta es la única y preciosa sangre derramada válida para levantar el templo en todos y cada uno de los que, por gracia de Dios y por medio de la fe en el Señor Jesucristo, recibimos el perdón y la vida eterna por la acción del Espíritu Santo.

Del mismo modo que David no pudo edificar el templo a causa de sus manos derramadoras de sangre, nosotros no podemos pretender ser constituídos templo del Espíritu Santo por otro medio que no sea la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo.

A veces podemos pensar que por nuestras obras nos vemos con más derecho de ser justificados delante de Dios. Pero el Señor
dejó bien claras estas palabras a aquellos que creían poder salvarse por sus propios medios:

"Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación."
Lucas 16:15

Hoy es día de hacer una pausa en nuestras ocupaciones diarias y entonar una alabanza en gratitud por esta nueva vida que tenemos en Cristo Jesús sin nosotros merecerlo. Cantaremos:

"Te alabo hoy, te alabo hoy.
Te doy las gracias por la nueva vida en Ti.
Porque has perdonado mis pecados,
por la vida que me das.
Te alabo hoy, te alabo hoy, te alabo hoy. "


















martes, 12 de julio de 2022

LAS DIVISIONES, 1 Crónicas 27:1

LAS DIVISIONES, 1 Crónicas 27:1

Estos son los principales de los hijos de Israel, jefes de familias, jefes de millares y de centenas, y oficiales que servían al rey en todos los negocios de las divisiones que entraban y salían cada mes durante todo el año, siendo cada división de veinticuatro mil.
1 Crónicas 27:1

El capítulo veintisiete está dedicado a los militares y a los funcionarios del rey.

En cuanto a lo militar, vemos que estaban organizados por divisiones. Cada una era de veinticuatromil hombres y en total eran doce divisiones, tantas como meses del año, ya que a cada división le pertocaba en un mes concreto, de manera que cada división servía un mes al año.

Esta organización de la milicia aseguraba que el regimiento estuviera siempre fresco y listo para la batalla, en las conquistas o en respuesta a ataques enemigos.

Llama poderosamente la atención de este sistema de alistamiento militar, ya que, al estar cada grupo oficiado por un propio jefe, todo el ejército funcionaba como doce cuerpos independientes bajo el mismo estandarte y rey.

La reflexión de hoy me llevó a meditar en el sistema congregacional de la iglesia, en el sentido en que, de entre el centenar o el millar, suele haber unos pocos que sirven de forma permanente en funciones ministeriales,a los cuales no se les asimila un reemplazo.

No que la motivación sea el protagonismo de algunos, que también puede suceder en caso de congregaciones no sanas, sino que no se tiene en cuenta que en el cuerpo de Cristo todos somos llamados a servir, del mismo modo que todos hemos sido puestos por testimonio de a Cristo al mundo, desde el primer momento de nuestra conversión a Él.

El resultado general es que acabamos siendo muchos los que jamás llegaremos a rendir en la obra del Señor según Sus capacitaciones y Sus dones dados por el Espíritu Santo, hasta el punto de no saber reaccionar ante ataques a la iglesia y a la sana doctrina.

Quizá, y esto sólo como pensamiento resultante del sistema militar que tenía el rey David, un mayor dinamismo en los discipulados y en la organización congregacional diera un mayor fruto. Por cuanto las ovejas dejaríamos de pensar erróneamente que el peso del ministerio ha de ir siempre sobre el mismo hermano.

Porque, ¿no es Dios el que capacita? ¿Acaso haya un miembro del cuerpo, por insignificante que parezca, que no ejerza función alguna? Pues hasta cada pelo que se cae cuenta y cumplió su misión mientras estuvo en la cabeza.

A veces, y en esto nos tenemos que incluir todos, pecamos en la arrogancia de pensar que nuestra estancia en esta vida terrenal también es eterna, como si el pastor o el maestro nunca fueran a partir, o aquel que siempre está dispuesto y formado en defensa del evangelio.

En este sentido Pablo instó a Timoteo a la contínua formación de hermanos, de manera que los formados en el evangelio continuaran formando a otros y así sucesivamente, en pos de la defensa de la fe y de un mayor rendimiento de los dones y capacitaciones en la iglesia de Cristo.

"Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros."
2 Timoteo 2:2

Además conocemos también, durante la lectura de las epístolas del apostol, que su ministerio venía apoyado en sus colaboradores con frecuencia. Siendo que, en sus misiones, cada cual le apoyaba de un modo u otro o venía a ejercer la labor encomendada como si del mismo Pablo se tratase.

"En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros."
2 Corintios 8:23-24

Hoy puede ser el día en que sopesemos seriamente nuestro nivel de fanatismo o de protagonismo que tenemos como miembros del cuerpo de Cristo.

Y por si acaso uno piensa que el funcionamiento de todo el cuerpo depende en exclusiva de él, o si contrariamente nos hallamos sin posibilidad de ejercer nuestro llamado a causa del impedimento de algunos, sírvanos este texto.

Porque ni el que ningunea, ni el que se deja ningunear acaba siendo útil en el propósito de Dios para con Su iglesia.

"Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo."
1 Corintios 12:18-20




















domingo, 10 de julio de 2022

EL OTRO LADO DEL JORDÁN, 1 Crónicas 26:30

EL OTRO LADO DEL JORDÁN, 1 Crónicas 26:30

De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de vigor, mil setecientos, gobernaban a Israel al otro lado del Jordán, al occidente, en toda la obra de Jehová, y en el servicio del rey.
1 Crónicas 26:30

Si anteriormente leímos tocante a los gobernadores y jueces de Israel en cuanto a asuntos exteriores, ahora ultimamos el capítulo leyendo sobre los gobernadores y oficiales puestos al mando al otro lado del Jordán, sobre los asuntos interiores, que es en la obra de Dios y en el servicio del rey.

Esta es la zona de Galaad, la que los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés solicitaron poseer antes de cruzar el río.

El territorio se encontraba, pues, separado naturalmente del resto de la nación, por el cauce del Jordán. También era la zona más susceptible de ser atacada, ya que linda con las naciones paganas.

Podemos añadirle que los habitantes de este territorio no tenían la posibilidad de acercarse al templo tantas veces quisieran o lo requirieran, y además debían gestionar de otra manera la logística de sus diezmos y ofrendas para presentarlas durante las fiestas solemnes, cosa que requería de una mayor previsión, y así poder tener toda la transacción lista para la fecha de su partida.

"Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia."
Deuteronomio 14:22-26

Ya hizo bien David en poner a gobernar en estas tierras a hombres fieles, fuertes y vigorosos, pues de la solidez del pueblo en esta zona ante el enemigo, dependería muy mucho la del resto de la nación.

Tanto así que al tiempo el territorio de Galaad adquirió mala fama, según el profeta Oseas, ya en tiempos de Ezequías:

"Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre."
Oseas 6:8

Y también se sabe por medio de textos históricos que toda esta zona fue la más aquejada durante el periodo intertestamentario, a causa de la poca población que quedó en ella a la vuelta del exilio y, por ende, floja en defensa ante el ataque de sus vecinos.

Sabemos que en las Escrituras todo lo referente al Antiguo Pacto vino a ser sombra de lo que ha de venir y figura de las cosas celestiales. Así como también Pablo comentó sobre ello, lo siguiente:

"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza."
Romanos 15:4

Bajo esta premisa, y habiendo extraído varias y muy útiles aplicaciones durante la lectura de este capítulo veintiséis del primer libro de Crónicas, tomamos la lectura de sus tres últimos versículos con la confianza de que el Señor nos va a permitir seguir aprendiendo por medio del Espíritu Santo, encaminándonos a un cada vez más marcado carácter de Cristo.

En Cristo somos hechos hijos de Dios y puestos por Su iglesia por la acción bautismal del Espíritu Santo, quien también viene a morar en cada uno de los que creemos en Jesús como Señor y Salvador nuestro.

Aunque somos hechos nueva criatura, por cuanto adquirimos una identidad espiritual en Cristo, que antes no teníamos, nuestro cuerpo de carne sigue atado a la ley terrenal, de modo que aún le es necesario inmiscuirse en funciones no vinculadas con el Espíritu sino más bien seculares y también fisiológicas, en mantenimiento del cuerpo y de su subsistencia en el mundo.

Estos asuntos los hemos relacionado anteriormente con esos asuntos exteriores que  fueron delegados a Quenanías e hijos.

En esta ocasión vemos una situación algo así como antagónica, en la cual se otorga unas funciones internas en un lugar de acción no externo, pero sí de lo más alejado del templo y limítrofe con las naciones paganas.

En el ámbito de la iglesia estas funciones podrían entenderse como la obra en torno a lo evangelístico, dejando que la luz de Cristo sea vista más allá de las cuatro paredes que cobijan a la congregación, lo cual es de vital importancia, tratándose de la gran comisión que nos fue dada por el Señor Jesucristo justo antes de ascender a la diestra del Padre.

Debemos reconocer que, a pesar de estar en pleno conocimiento de la gran comisión a cumplir por la iglesia, nos parece tan hostil el terreno que hay más allá de la cobertura del  templo, que preferimos adaptar unas campañas evangelísticas de manera en que no nos haga falta salir, sino que sean los de afuera los que vengan por medio de invitaciones.

Pero el Señor dejó dicho algo al respecto en el Sermón del Monte que, aunque aún no existía la iglesia por encontrarse en ese entonces bajo el Antiguo Pacto, la palabra de Dios traspasa los tiempos, porque es eterna como lo es Quien la inspiró.

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:14-16

Para hacernos una idea de lo que quiso decir el Señor Jesucristo con estas palabras, deberíamos conocer que un almud trataba de un recipiente cuadrangular con algo más de cuatro litros de capacidad que servía para medir producto seco.

Así que si alguien encendiera una lámpara de aceite de las de antaño y la introdujera en un almud, la luz quedaría totalmente opacada por las paredes del recipiente, además que pudiera incluso sofocarse la llama, lo cual sería una acción totalmente incongruente.

Ahora, no se pudo ilustrar una escena que mejor representara qué es lo que estamos haciendo como iglesia, que es reunirnos en un local para que sea entre esas cuatro paredes donde dejemos que resplandezca la luz de Cristo.

Por lo tanto va siendo hora de que adquiramos el vigor y la fortaleza necesarias para que la iglesia se acerque a las lindes con el mundo. Porque, ¿cómo conseguir que la luz de Cristo les ilumine si no la ponemos a su alcance?

"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"
Romanos 10:14-15

Luego, en lo personal de cada creyente, esta reflexión nos lleva a examinar cuál es nuestra situación espiritual en los días en que no hay culto, es decir, fuera del alcance congregacional que es aquel cuya acción se centra en un día a la semana, a lo sumo dos, pero que el resto de días el creyente no deja de serlo. Sino que ha de cumplir con la obra de Dios y en servicio a Él, igual o con mayor entusiasmo, incluso, que el día de la reunión de los santos.

Porque, igual que el otro lado del Jordán venía a necesitar ser gobernado por hombres fuertes y vigorosos, debido al constante peligro que atañía colindar con territorio pagano, nosotros los creyentes nos vemos en el deber de fortalecer nuestra vida devocional diaria para nuestro crecimiento y testimonio de Cristo al mundo.

Hoy tomaremos este consejo de Pablo, para ejercitarnos para la vida en Cristo, no sólo en domingo, sino todos los días de la semana:

"Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera."
1 Timoteo 4:7-8


















ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17

ACTITUD VICTORIOSA, 2 Crónicas 20:15-17 Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: N...