UN SELAH CON APLOMO, Salmos 57:4-6.

Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres
que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda.
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.
Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah.
Salmos 57:4-6

REFLEXIÓN:

Selah... David en el despliegue metafórico que ilustra la voracidad devastadora, desgarradora y sesgante de sus perseguidores. Pero esto no eclipsa la gloria de Dios que, desde lo alto de los cielos, se expande y lo llena todo posándose sobre la tierra... A David no le queda más que atestiguarlo, exaltarlo y glorificarlo en medio de la amenaza de los que le persiguen.

Selah... Y si antes describió las características de los malos, ahora se dedica a detallar sus obras.
Plantan red a los pasos de David, y por si acaso de ahí se zafara, aún caban la trampa en la que caerán por su propia necedad.

APLICACIÓN:

Los cristianos debemos vivir seguros y confiados de que la firmeza de nuestros pasos no depende de la estabilidad del soporte en el que los posamos, sino en Quien los sostiene, que es Cristo, en la perfecta voluntad de Dios.

Si ese paso lo hemos dejado desviar con conocimiento de causa, muy probablemente es que caigamos. No por la falta de eficacia del amparo Divino, sino en consecuencia de no haber buscado la voluntad y la protección de Dios, confiando en nuestra propia prudencia.
Pero Dios permite vernos en medio de pruebas si Su interés es única y exclusivamente perfeccionarnos en Cristo y aprendamos a alabarlo tanto en los malos como en los buenos momentos.

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1 Corintios 10:13

ACCIÓN:

Del pasaje de hoy me quedo con la idea principal de la confianza de David para con Dios en la dificultad de sus adversidades.

Y pensando en su capacidad de desahogar en Dios todos sus problemas, recuerdo mi error de no hacer lo propio, por lo que debo apresurarme en corregir este defecto antes de que mi pie toque red o caiga en hoyo.

Concluyo con la siguiente cita:

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
1 Corintios 10:12